Como otros ejemplares de calidad, parte de los más de mil kilos de carne acabarán en restaurantes de nivel
11 abr 2012 . Actualizado a las 10:47 h.Un buen día la vaca Marquesa dejó de quedarse preñada, situación que jugó en su contra por partida doble. A pesar de que en este caso su realización como madre no cuenta, en primer lugar perdió buena parte de su rentabilidad teniendo en cuenta que es un animal dedicado a la producción de terneros de raza rubia gallega. Por otra, la calidad de la carne de las vacas que llevan varios años sin tener crías mejora considerablemente y es muy apreciada en los restaurantes que están especializados en chuletón.
En este caso, seguramente el de la mejor vaca del municipio de A Fonsagrada en los últimos años, todo jugó en su contra porque su calidad ya era excelente desde cría, como dan fe los numerosos trofeos y premios que logró y que conserva su propietario, Antolín Alonso Arias, de Viladride. Entre otros, recibió primeros premios en la Festa da Terneira Galega da Fonsagrada, en Lugo y en Pedrafita. También integraba habitualmente el medallero en las sucesivas ediciones de los concursos de ganado en las ferias anuales de septiembre en la villa fonsagradina.
En los últimos días O Teixeiro, un conocido ganadero de la zona, llegó a un acuerdo con Antolín y se la compró por 3.000 euros. A simple vista el precio no está mal, pero marquesa pesaba más de mil kilos y su carne es considerada excelente porque, además de la calidad innata, tiene once años, edad a la que aún no es considerada vieja.
Ayer fue llevada al mercado ganadero, lugar en el que su propietario se hizo la última foto con el animal antes de ser cargada en el camión que la llevaría al matadero, junto con una partida de terneros adquiridos por el mismo tratante.
La explotación de Antolín en Viladride no es la más grande del municipio, pero sí una de las que tiene el mejor ganado porque el suyo y el de un hermano propietario de otra granja, reciben frecuentes premios. Ahora le quedan una hija y una nieta de Marquesa.