Las cuevas de O Courel permiten saber cómo evolucionará el clima de Galicia

Francisco Albo
fRANCISCO ALBO MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

guillermo díaz aira

Científicos de varios países obtienen mediante el análisis de las estalagmitas un registro de datos climáticos que llega a los 555.000 años de antigüedad

17 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En los próximos milenios, el clima de Galicia irá volviéndose paulatinamente más seco hasta alcanzar unas condiciones similares a las que reinan hoy en el sur de la península. Esta es una de las conclusiones de una larga investigación sobre los climas prehistóricos realizada sobre un conjunto de estalagmitas extraídas de tres cuevas de la sierra de O Courel que se publicará esta semana en Internet en la revista científica Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeocology y en la que han participado varios investigadores de la Universidade de A Coruña.

La investigación, realizada a lo largo de seis años, se basó en el análisis de los isótopos de carbono y oxígeno que se van almacenando en el interior de las estalagmitas durante su formación. Con este método se pueden conocer con precisión las condiciones de humedad y temperatura que reinaban en la zona en un determinado momento del pasado. El estudio ha permitido obtener una secuencia de datos climáticos de los últimos 555.000 años, la más larga que se pudo reconstruir hasta ahora en tierra firme en la Península Ibérica. Según explica Juan Ramón Vidal Romaní, director del Instituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña y coautor del trabajo, las conclusiones de esta investigación son «totalmente opuestas» a los resultados de otros estudios paleoclimáticos realizados con anterioridad, según los cuales el clima del norte de la península se volvió más seco en los períodos glaciales y más húmedo en las etapas situadas entre dos glaciaciones.

El análisis de las estalagmitas de O Courel, por el contrario, indica que el clima fue más lluvioso durante las glaciaciones y que se fue volviendo más seco a lo largo durante los períodos interglaciales. Teniendo en cuenta que actualmente nos encontramos en uno de esos períodos -el Holoceno, iniciado hace unos 11.700 años-, cabe esperar que el clima se vaya haciendo menos húmedo en los próximos siglos y milenios. «Si extrapolamos los resultados de la investigación a la época actual, se puede suponer que en el norte de la península el clima se volverá cada vez más seco y que un día se parecerá al que hay ahora en el sur», apunta Vidal.

Hacia la aridez

Al mismo tiempo, en el sur peninsular también irá aumentando la sequedad hasta que el clima se pueda considerar plenamente árido. Pero hasta que eso suceda todavía puede pasar mucho tiempo. «Es un proceso muy lento y gradual y la predicción afecta más o menos a los próximos 90.000 años, hasta que se produzca la próxima glaciación», especifica Vidal Romaní.

Un estudio que se espera que tenga una amplia difusión y que cause polémica

El trabajo que dará a conocer los resultados de la investigación realizada con las estalagmitas de la sierra de O Courel está firmado en primer lugar por el geólogo Bruce Railsback, profesor de la universidad estadounidense de Georgia y uno de los mayores especialistas mundiales en el estudio de los espeleotemas, las típicas formaciones calcáreas de las cuevas cársticas. En la investigación también participaron, además de Vidal Romaní, los científicos Aurora Grandal y Marcos Vaqueiro, igualmente vinculados a la universidad coruñesa. Otros colaboradores que tomaron parte en este trabajo son los estadounidenses Katelyn Blanche Garrett, Rachel Sellers y Lawrence Edwards - de las universidades de Georgia, Western Illinois y Minnesota, respectivamente- y los chinos Fuyuan Liang y Hai Cheng.

Vidal Romaní señala que los responsables del estudio esperan que tenga una amplia repercusión y que dé pie a muchas discusiones en el ámbito de la geología y la paleoclimatología, ya que pone en cuestión los resultados de otros estudios anteriores. «Sin duda va a dar mucho que hablar porque nuestras interpretaciones sobre los climas antiguos no coinciden con las hipótesis de otros investigadores que están muy asentadas, además de que este trabajo aparece en una revista internacional con mucha difusión y su primer firmante es un científico de gran prestigio», comenta.

Los investigadores utilizaron seis trozos de estalagmita extraídos de tres grutas

En la investigación paleoclimática se utilizaron seis fragmentos de estalagmitas extraídos de las cuevas calizas de Arcoia, Tara y Paleira, situadas en las laderas del monte Formigueiros -el más alto de la sierra de O Courel- y de unas características físicas muy similares. La antigüedad de estos pedazos de carbonato cálcico se determinó mediante la técnica de datación radiométrica conocida como uranio-torio. Los investigadores pudieron identificar con este método un total de setenta momentos climáticos diferentes, de los que 69 corresponden a períodos interglaciales.

Juan Ramón Vidal Romaní, uno de los integrantes del equipo que llevó a cabo la investigación, señala que con anterioridad ya se obtuvieron datos climáticos que corresponden aproximadamente a este periodo en los sedimentos marinos obtenidos frente as costas de Galicia y de Lisboa. «Pero esto es muy diferente, porque ahora los datos proceden de tierra firme y pueden considerarse mucho más fiables a la hora de reconstruir los climas antiguos», explica. .

Períodos diferentes

La nueva investigación también supera ampliamente en extensión cronológica a otras que se efectuaron en varias zonas de la Cornisa Cantábrica. «Esos estudios se basaban en un solo período glacial, mientras que ahora tenemos representadas varias etapas glaciales e interglaciales, lo que nos da un panorama mucho más extenso y nos permite ver de otra manera los procesos de transformación del clima», apunta Vidal. «Según nuestra interpretación, el clima de las las eras glaciales en el norte de la península fue húmedo y lluvioso, cuando esos otros investigadores dijeron que fueron períodos secos», añade

Por otro lado, Vidal Romaní recalca que las predicciones hechas en este trabajo acerca de la evolución futura del clima en el norte de la península son independientes del actual cambio climático provocado por la acción humana. «Es un fenómeno natural que ya se produjo otras veces, cuando no había esa influencia, pero que ahora se superpone al efecto que causa la humanidad sobre el clima», precisa.