Mámoas, el patrimonio invisible

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Hay cerca de 140 yacimientos megalíticos catalogados en el sur de Lugo, pero solo dos de ellos son conocidos y están señalizados

10 oct 2015 . Actualizado a las 15:13 h.

El pasado fin de semana, un grupo de estudiantes de la Escola de Conservación e Restauración de Bens Culturais desbrozó tres mámoas pertenecientes a un conjunto megalítico situado entre las parroquias de Piñeiró y Abuíme -en O Saviñao- y señalizó un total de trece túmulos. La iniciativa tiene un carácter muy poco habitual en el sur lucense, donde hasta ahora solo se había acondicionado para las visitas un grupo de mámoas. Se trata de la conocida necrópolis del monte de Santa Mariña, entre los municipios de O Incio y Samos, que fue declarada bien de interés cultural en el 2006.

Debido a la escasez de iniciativas para hacer más visibles estos yacimientos, las estructuras megalíticas constituyen una de las parcelas menos conocidas del patrimonio arqueológico de la zona y también una de las menos aprovechadas en los terrenos del turismo cultural y las actividades educativas. Sin embargo, los municipios del sur lucense poseen un importante conjunto de túmulos y necrópolis. En un inventario realizado por arqueólogo Xabier Moure Salgado -publicado en el blog O Noso Patrimonio- aparecen cerca de 140 yacimientos repartidos entre las comarcas de Lemos, Chantada y Quiroga y el municipio de O Incio. Algunos de ellos no figuran en los catálogos oficiales del patrimonio y en bastantes casos los matorrales que cubren las estructuras apenas permiten distinguirlas en el paisaje.

El número real de yacimientos puede ser aún más amplio, ya que en el sur de la provincia probablemente hay otros túmulos que todavía no fueron descubiertos. En el 2010, la asociación cultural soberina O Colado do Vento identificó una mámoa en la localidad de Mourentán que estaba sin catalogar y que era desconocida por los vecinos de la zona. El hallazgo fue comunicado en su momento a la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural. Más recientemente, en febrero del año, pasado, el arqueólogo monfortino Iván Álvarez Merayo localizó un dolmen que no había sido inventariado en el lugar de Leira da Rapada, en O Saviñao.

Una maza en Chantada

En el sur de la provincia apenas se han realizado investigaciones en estos yacimientos y casi no se conocen piezas arqueológicas relacionadas con ellos. Una excepción puede ser una maza de forma triangular tallada en cuarcita que fue encontrada en los años setenta en la localidad chantadina de Centulle y que los expertos sitúan en la Edad del Cobre. El objeto está depositado en el Museo Provincial de Lugo.

Por lo que respecta a la posible antigüedad de estos yacimientos, un estudio publicado por los arqueólogos Ramón Fábregas y Xosé Ignacio Vilaseco indica que, según los conocimientos actuales, el megalitismo gallego se desarrolló entre los milenios V y III antes de la era cristiana. Durante este período se produjeron en el noroeste ibérico importantes cambios climáticos y ambientales que sin duda influyeron en la vida de las comunidades prehistóricas que constuyeron estas estructuras. Hasta finales del IV milenio reinó un clima algo más cálido que el actual. Más adelante, entre los años 5.000 y 2.500 antes de Cristo, las temperaturas medias anuales bajaron unos cinco grados.

Destrozos que datan de siglos y de pocos años

Los yacimientos megalíticos de la zona, como ocurre en toda Galicia, han sufrido numerosos destrozos. Muchos de ellos fueron excavados ya hace siglos por buscadores de tesoros, pero en algunos lugares la destrucción data de épocas recientes. Es el caso de la necrópolis del monte de A Morá -en Pantón, cerca del límite con O Saviñao-, que fue estudiada en los años veinte del siglo pasado por el arqueólogo Florentino López Cuevillas. Este conjunto estaba formado por unas catorce mámoas, la mayor parte de las cuales fueron arrasadas en una roturación que se llevó a cabo durante una repoblacion forestal. Otra fue partida en dos por una pista. Hoy en día se conservan dos y sobre una de ellas se levantó en el 2002 una torreta eléctrica.

En el inventario realizado por Xabier Moure se mencionan diversos casos de yacimientos megalíticos que han sido alterados o destruidos total o parcialmente por las labores agrícolas y por diversas obras. Uno de ellos se registró en la la necrópolis de Os Pedrouzos -formada por una decena de túmulos-, en el municipio de O Saviñao. Una de estas estructuras fue destruida en 1992 y otra quedó aplanada por la construcción de un camino vecinal. En noviembre del pasado año, la Asociación Veciñal do Saviñao denunció que unas obras de deslinde en las que se usó maquinaria pesada invadieron el área de protección de este mismo conjunto arqueológico, aunque no llegaron a afectar a ninguno de los túmulos.

Otros casos

Moure señala por otro lado quen el monte San Paio -en el municipio de Pantón-, una mámoa también fue dañada parcialmente por la construcción de una pista hace varios años. A mediados de los noventa, unas obras arrasaron un túmulo en el lugar de O Chao, en A Pobra do Brollón.

Asimismo, en el lugar de Pastoriza, en el municipio de Carballedo, el escritor y etnógrafo Nicanor Rielo Carballo señaló la presencia de una mámoa que todavía era visible en los años noventa, pero que después fue rebajada y casi destruida. En la parroquia monfortina de Fiolleda existe otro túmulo megalítico, de unos quince metros de diámetro, que en la actualidad se encuentra muy aplanado a causa de las labores agrícolas.