La cepa de merenzao más antigua de la Ribeira Sacra está en San Fiz

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Una viña de la ribera de Chantada conserva un ejemplar de más de cien años de la variedad en la que los científicos sitúan el origen de la mencía

26 sep 2015 . Actualizado a las 09:29 h.

El patrimonio varietal de la Ribeira Sacra tiene un monumento vivo en los bancales de San Fiz. En un viejo viñedo de esa ladera conserva la cepa de merenzao más antigua, con toda seguridad, que se puede encontrar en esta denominación de origen. De sus dimensiones se desprende que tiene a sus espaldas bastante más de cien años de historia. «Tenemos otras cepas que son muy antiguas, pero esta es la más vieja de todas. Centenaria seguro, las dimensiones son espectaculares», dice José Miguel Fortes, propietario de la viña, que desde siempre perteneció a su familia.

La recuperación del merenzao en la Ribeira Sacra todavía es muy tímida, pero los estudios más recientes la sitúan entre las variedades de mayor arraigo en Galicia. Según Emilia Díaz Losada, investigadora de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia, los dos linajes genéticos más antiguos tendrían su origen en el caíño, al oeste de la comunidad, y el merenzao, en el este. El merenzao habría dado lugar históricamente, por lo tanto, al cultivo de la mencía.

Parentesco francés

El merenzao es la misma variedad, curiosamente, que el trousseau de la región vitícola francesa de Jura, próxima a la frontera con Suiza. También se cultiva en el norte de Portugal con el apelativo de bastardo, común en los viñedos de las zonas limítrofes de Ourense. En la Ribeira Sacra recibe diferentes nombres, pero los más frecuentes son carnaz, en Sober, y María Ordoña, en Quiroga. El estudioso Nicolás García de los Salmones se hace eco de ello en una catalogación realizada en el año 1914.

José Miguel Fortes no conoce otro nombre para esa cepa en la ribera de San Fiz que no sea el de merenzao. «De chaval recuerdo que decían que había que ir a por el merenzao. Es una uva que madura muy pronto y se pone pasa en seguida», explica. Hoy no le compensa vendimiarlo por separado porque apenas queda en el viñedo. «En los años sesenta se iba replantando todo con jerez y alicante, que entonces era lo más rentable», señala.

En la cosecha del 2000, primera de la que hay datos sobre esa variedad, se recogieron mil kilos de merenzao en Ribeira Sacra. La pasada vendimia, de acuerdo con las cifras de consejo regulador, el cómputo final fue de 20.000 kilos. Los tintos elaborados con esa uva tienen poco color, aromas delicados y gran suavidad en boca. Pese a su escasa implantación, fueron muy bien recibidos por la crítica.

El interrogante del parentesco con el «trousseau» de la región francesa de Jura

¿Procede el merenzao de Francia o cabe suponer lo contrario?

Los expertos de la Estación de Viticultura e Enoloxía dejan la respuesta en el aire. «Son los estudios genéticos los que pueden acercar luces sobre el sentido de las migraciones», señala un reciente trabajo de este centro de investigación. Hasta hace poco se pensaba que variedades como la mencía o el albariño provenían de otras zonas de Europa, como Francia o Alemania. Hoy se sabe científicamente que no es así.

¿Cómo se puede saber la antigüedad de los linajes genéticos de las vides?

Las últimas investigaciones realizadas en la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia determinan el parentesco de las variedades a partir del estudio de su ADN. Los linajes autóctonos son diferentes a los del resto de la península y tiene una mayor proximidad genética a vides francesas como pinot noir o syrah.

¿Qué otras variedades figuran en el tronco genealógico de la mencía?

El merenzao se situaría en el origen de un linaje genético, característico de las variedades más arraigadas en el este de Galicia, al que pertenecerían, junto a la mencía, el mouratón y algún tipo de caíño. Las combinaciones habrían surgido por un largo proceso de hibridación natural.