Según los sondeos, logra un resultado que castiga el adelanto electoral con el que aspiraba a una mayoría cómoda
19 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las elecciones legislativas danesas daban una ventaja mínima a la oposición conservadora, un resultado que castiga el adelanto electoral con el que la primera ministra, Helle Thorning-Schmidt, aspiraba a una mayoría que le permitiera gobernar con más comodidad. El margen es tan estrecho que oscila, según diferentes encuestas a pie de urna, en una horquilla que va de uno a tres diputados de diferencia.
La derecha -50,9 % de los votos, con una participación, que en Dinamarca tradicionalmente es alta, del 87,7 %- obtendría 89 escaños y la izquierda, 86. Otro sondeo, del canal TV2, reducía la distancia a un escaño, por lo que el centroizquierda conservaría el poder si se cumplen los pronósticos y obtiene tres de los cuatro escaños de Groenlandia y las islas Feroe, cuyos colegios cierran más tarde.
Según el canal público DR, el Partido Socialdemócrata vuelve a ser el más votado con el 25,7 % de los sufragios, casi un punto más que en el 2011. Pero tanto el Partido Social Liberal, socio menor en el Gobierno de Thorning-Schmidt, como el Partido Socialista Popular verían su apoyo reducido a casi la mitad.
El Partido Liberal de Lars Loekke Rasmussen, que fue ministro entre el 2009 y el 2011, perdería más de seis puntos y se quedarían con el 20,2 %, pero su caída se vería compensada por el ascenso del ultraconservador Partido Popular Danés, que subiría en la misma proporción, hasta el 18,5 %, con su discurso opuesto a la inmigración.
Remontada
Cuando Thorning-Schmidt convocó elecciones, la primera ministra aseguró que Dinamarca había salido de la crisis. Los sondeos daban una ventaja de ocho puntos al bloque opositor. La razón estaba en la política de recortes aplicados por un Gobierno en minoría cuya popularidad caía en picado. Pero los escándalos personales de Rasmussen y el repunte de la situación económica hicieron posible que en 20 días esa ventaja se esfumase, gracias también a la pujanza de La Alternativa, una nueva formación de centro que finalmente representará al 4,9 % de los votantes.
Ante la remontada, Rasmussen recurrió en la última semana a la carta de la inmigración, centrándose en los refugiados. Las reformas del Estado de bienestar, los programas de desempleo y la política fiscal son otros temas que marcaron la campaña.