Putin admite que «será difícil» mantener relaciones con los futuros líderes ucranianos

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping. ALEXEY DRUGINYN

En plena crisis ucraniana, Rusia firma un acuerdo multimillonario con China para la exportación de gas natural al país asiático

21 may 2014 . Actualizado a las 17:51 h.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha admitido este miércoles que «será difícil» que Moscú mantenga relaciones con los nuevos líderes que lleguen al poder en Kiev tras las elecciones del próximo domingo, habida cuenta de la «operación de castigo» lanzada en zonas del este de Ucrania.

Las autoridades rusas ya han expresado en otras ocasiones sus dudas sobre la legitimidad de los comicios y han llamado a potenciar el diálogo entre Kiev y los separatistas como requisito para la resolución de la crisis.

«Será difícil para nosotros construir relaciones con personas que llegan al poder en un contexto de operación de castigo en el sur y el sureste de Ucrania», ha dicho Putin, de visita en Shanghai.

El mandatario ruso ha subrayado que sería «más limpio desde un punto de vista legal» que, en primer lugar, Ucrania reformase su Constitución. En este sentido, ha abogado por la convocatoria de un referéndum que contemple «todas las cuestiones básicas» y, una vez dado este paso, «elegir presidente y Parlamento sobre la base de la Constitución».

«Lo que es importante no son las elecciones en sí mismas, sino entablar relaciones con todas las regiones de Ucrania, para que todas las personas se sientan ciudadanas sin importar donde vivan», ha añadido, en un alegato en defensa de los derechos de la minoría rusófona.

Rusia firma un acuerdo multimillonario con China

El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, presenciaron este miércoles en Shanghái la firma de un histórico acuerdo multimillonario entre el consorcio ruso Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) para la exportación de gas natural al país asiático.

Con un «ganbei», como se llama en mandarín al popular brindis con el que los chinos acostumbran a cerrar los acuerdos, Xi y Putin dieron por concluidas unas negociaciones de casi una década de duración entre dos compañías insignia para sus respectivos países.

Por un valor de 400.000 millones de dólares, según informó el consejero delegado de Gazprom, Alexei Miller, el consorcio ruso suministrará a China 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural anualmente a partir del 2018 y en los siguientes 30 años.

Las cifras que resultan del mismo apuntan a un precio aproximado de 350 dólares por cada mil metros cúbicos de gas, «algo más de lo que China paga actualmente por el gas que importa de Asia central, pero menos de lo que Rusia pedía inicialmente», asegura a Efe Xizhou Zhou, director de la consultora IHS China Energy.

«Rusia ha bajado un poco el precio (el principal punto de fricción de las negociaciones) y China lo ha subido un poco también. Al final ha ocurrido como en cualquier negociación», añade.

Algunos expertos sugieren que las circunstancias, con Rusia ávida de buscar nuevos compradores de gas tras las sanciones impuestas en su contra por parte de la UE y EE.UU. debido a su actuación en Ucrania, hacían más apremiante para Moscú firmar el acuerdo, que corría el riesgo de anularse si continuaba la demora.

Mientras Rusia consigue así diversificar sus suministros hacia Asia, China invierte en un combustible limpio cuando intenta frenar la dependencia energética del gigante al carbón, que provoca serios problemas de contaminación en el país asiático.