Fallece la exprimera ministra británica Margaret Thatcher

La Voz

INTERNACIONAL

LUKE MACGREGOR

La «dama de hierro», la única mujer que ha sido premier en el Reino Unido y un apóstol de las políticas liberales, ha muerto por un ataque de apoplejía. Tendrá un funeral ceremonial, no de Estado

08 abr 2013 . Actualizado a las 21:32 h.

La exprimera ministra británica conservadora Margaret Thatcher, en el poder entre 1979 y 1990, ha fallecido esta mañana a los 87 años de edad tras un ataque de apoplejía, informó hoy su portavoz, Lord Bell. «Es con gran tristeza que Mark y Carol Thatcher anunciaron que su madre, la baronesa Thatcher, murió tranquilamente después de un ataque cerebral esta mañana», declaró en un comunicado.

La llamada «dama de hierro», la única mujer que llegó al puesto de primera ministra en el Reino Unido y que se enfrentó a Argentina en la guerra de las Malvinas en 1982, estuvo en el poder entre 1979 y 1990. Nacida el 13 de octubre de 1925 en Grantham (norte de Inglaterra), la política «tory» procedía de una familia de modestos recursos. Su padre había sido propietario de dos tiendas de comestibles, pero su tesón la llevó a estudiar química y después derecho.

Margaret Thatcher ganó los comicios de 1979 en momentos en que el Partido Laborista estaba debilitado y el país parecía paralizado por las huelgas y la crisis económica. La llegada al poder de Thatcher, fue un símbolo de las políticas neoliberales, supuso una completa transformación del Reino Unido al apoyar la privatización de industrias estatales y el transporte público (trenes y autobuses); la reforma de los sindicatos, a los que prácticamente despojó de poder, la reducción de los impuestos y del gasto público y la flexibilidad laboral.

Durante la guerra de las Malvinas, Margaret Thatcher temió que España pudiera atacar Gibraltar mientras el Reino Unido estaba inmerso en la guerra de las Malvinas y ordenó reforzar las defensas del Peñón pese a que sus asesores veían poco probable un golpe por parte del Ejército español. Además, Argentina sigue considerado que violó el derecho internacional al ordenar el hundimiento del barco de guerra «General Belgrano». La consideran responsable de una decisión ilegal e innecesaria que condujo a la muerte de 323 personas.

Todavía hoy los diplomáticos en Bruselas recuerdan cómo en 1984 Thatcher exigió el denominado «cheque británico», la diferencia positiva entre las aportaciones del Reino Unido al presupuesto de la Unión Europea y lo que el bloque le devuelve en forma de prestaciones y transferencias. «I want my money back» (Quiero que me devuelvan mi dinero), fue la frase que estampó entonces dejando de lado toda diplomacia... pero surgió efecto. La táctica de negociación de esta mujer, que siempre vestía correctamente y llebava un impecable peinado, se conoce en la historia política como «Handbagging», pues en las situaciones más difíciles no dudaba de golpear la mesa con su inseparable bolso.

Cuando Thatcher dimitió en 1990 y entregó la jefatura del partido conservador así como Downing Street a su sucesor, John Major, siguió moviendo hilos descaradamente. Major se quejó más tarde de que Thatcher minó su gobierno.En los últimos tiempos sus apariciones públicas eran contadas. La ex primera ministra celebró con una gran fiesta su 80 cumpleaños con la reina Isabel II, coetánea suya y con quien nunca llegó a entenderse del todo bien, así como con otros 650 invitados.

La expolítica sufría demencia senil y padeció varios achaques de salud en los últimos años. Uno de sus últimos ingresos de Margaret Thatcher ocurrió el pasado mes de diciembre cuando fue operada de un tumor en la vesícula.

El legado de esta dirigente que se ganó el apodo de Dama de Hierro, implacable abanderada del conservadurismo político y del liberalismo económico, continúa dividiendo a los británicos.

Tributos y críticas

Admiradores y detractores de Thatcher unieron hoy fuerzas para rendirle tributo, pero también hubo fuertes críticas de quienes ven en la «Dama de Hierro» a una política que dividió al país.

Dentro de su país fue conocida por su dureza contra los tradicionalmente fuertes sindicatos, los recortes de prestaciones sociales y una ola de privatizaciones. Los críticos lo consideraron un grave error, pero sus defensores consideran que sentó bases políticas estructurales importantes para el país. Frente a todos los saludos de condolencia, los mineros del carbón sin embargo aseguraron que hoy es «un gran día».

Los trabajadores de las minas del carbón en el norte del país odiaban a Thatcher por sus enfrentamientos con los sindicatos del sector en los 80, cuando la primera ministra se negó a aceptar sus reivindicaciones. «Para el sindicato (la muerte) no llegó lo suficientemente pronto y estoy encantado de haber sobrevivido a ella», dijo el secretario general de la Asociación de Mineros de Durham, David Hopper, que precisamente cumplía hoy 70 años. «Parece que será uno de los mejores cumpleaños de mi vida».

El líder del Sinn Fein, brazo político del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), Gerry Adams, dijo hoy que Thatcher «causó mucho daño» a los pueblos irlandés y británico, y «las comunidades de clase obrera fueron devastadas por sus políticas».

Funeral con «honores militares»

Thatcher tendrá un funeral «con honores militares» en la catedral de San Pablo de Londres en una fecha aún por definir, informó hoy un portavoz del Gobierno británico. Aunque no tendrá un funeral de Estado, la ceremonia sí contará con el mismo estatus que tuvo en su día la princesa Diana de Gales, exesposa de Carlos de Inglaterra y madre de los príncipes Guillermo y Enrique, y la Reina Madre, según la cadena británica BBC.

Según la agencia local «Press Association» (PA), la política tory, apodada la «dama de hierro», fue consultada en vida sobre los detalles de los preparativos de su propio funeral. Al parecer, Thatcher dejó claro que no quería que su cuerpo estuviera expuesto al público, tal y como acostumbra a hacerse con los políticos británicos.

Poco después de que se conociera la noticia de su muerte, ante su casa en Belgravia, el barrio diplomático de Londres, ya había flores.