Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons están retenidos desde octubre en el norte de Mali junto con la italiana Rosella Urru
23 abr 2012 . Actualizado a las 07:10 h.Hoy se cumple medio año desde que los cooperantes españoles Ainhoa Fernández del Rincón y Enric Gonyalons, junto a la italiana Rosella Urru, fueron secuestrados en los campamentos saharauis de Tinduf, en Argelia, y trasladados a algún lugar del norte de Mali, donde el golpe militar de hace un mes ha complicado la situación política y diplomática.
Pese a las gestiones desarrolladas por el Ministerio de Asuntos Exteriores -que ha querido llevar los contactos con la mayor discreción posible-, la única prueba de que los tres secuestrados estaban bien (un vídeo en el que se podía ver a los tres cooperantes) se recibió en diciembre, concretamente el día 12, hace ya cuatro meses.
En todo caso, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, reconoció la pasada semana en el Senado que el golpe militar que se produjo en Mali el mes pasado tuvo lugar cuando la diplomacia estaba «muy cerca» de lograr una solución para liberar a los dos cooperantes, según recoge Efe.
La agencia subraya que el jefe de la diplomacia española, que se mostró confiado en un feliz desenlace, recordó que el intermediario con el Gobierno que trabajaba en la liberación «desapareció» tras la sublevación de los militares, aunque la zona norte de Mali -donde se cree que están los secuestrados- se mantiene bajo control de los tuaregs. Lo que García Margallo no reveló es si la liberación podría producirse próximamente.
Las familias, angustiadas
Según informa Efe, desde Ceas-Sáhara, la plataforma que agrupa a las oenegés que trabajan en Tinduf, aseguran que «se está haciendo todo lo posible» por parte del Gobierno. El portavoz del colectivo, José Taboada, también admitió las dificultades añadidas que supone el golpe militar, y recordó la angustia de las familias de los capturados. «Lo están pasando mal», dijo, aunque la plataforma solidaria con el Sáhara «no se olvida ni un minuto» de ellos. También dijo que, pese a los secuestros, no dejarán su labor.