La cadena acelera el ritmo del «reality» y celebrará su última gala el miércoles 23 de diciembre. En la casa todavía quedan siete concursantes
03 dic 2015 . Actualizado a las 23:58 h.Gran Hermano 16 tiene los días contados. Siete concursantes todavía pernoctan en la casa de la sierra, pero Telecinco ya está a otra cosa mariposa. La cadena ha optado por pisar el acelerador y despachar el reality antes de que lleguen las fiestas. Los chicos podrán cenar en sus casas estas Navidades. La final se celebrará, adelanta Bluper, el miércoles 23 de diciembre.
Desde Mediaset no les temen a los empachos. Tras haber acostumbrado a atracones el estómago de los espectadores, con tres dosis semanales -martes, jueves y domingo- de la vida en Guadalix, estas vacaciones los chicos del ojo que todo lo ve servirán ración doble de Gran Hermano 16. La víspera de la final, el 22 de diciembre, Telecinco emitirá la semifinal. Hasta entonces, tres galas más: este jueves, 3 de diciembre; el día 10 y el 17.
Si uno echa la vista atrás, el cambio de marcha de Gran Hermano 16 no es algo nuevo. El reality tiene fama de diestro con los tiempos, sabe manejarlos a su antojo eficazmente y ya en su anterior edición aligeró su desenlace llegando a echar a varios concursantes por gala en su recta final. Hasta ahora, en la casa de Gran Hermano 16 quedaban ocho concursantes batallando por agenciarse el maletín: Aritz, Carlos, Han, Marta, Niedziela, Sofía, Vera y Ricky. Este jueves dos abandonaron la carrera. Ricky, entre la terna de nominados, fue el primero en salir por la puerta. Y detrás de él salió, sorprendentemente, Vera, al resultar el menos votado por la audiencia -que en esta ocasión debía mandar mensajes a su favorito para salvarlo-, fue el siguiente en quedarse fuera del grupo de finalistas.
Ninguno de estos dos podía ser Han, que este martes se convirtió directamente en finalista al conseguir, al fin, abrir la dichosa caja de madera. Hace un tiempo, la organización de Gran Hermano 16 le propuso un reto a sus chicos: descifrar el mecanismo que mantenía bloqueado un cofre. El que lograse mover, con maña y sin fuerza, las piezas hasta abrir la caja, subiría al podio de los tres primeros finalistas.
Lo intentaron durante semanas con fuerza y sin maña -Suso y Han llegaron a romperla en dos ocasiones- y en el pasado Límite 48 horas -el espacio de los martes dedicado a repasar la vida en Guadalix- el concurso les brindó la última oportunidad de esquivar las próximas expulsiones. El chino dio con la clave. Y pasó, directo, a la final de Gran Hermano 16. O, al menos, así debería ser. Pero, como bien se encarga Mercedes Milá de recordar cada dos por tres, en esta edición nada es lo que parece.
Tras haber abierto el rompecabezas, el Súper le comunicaba a Han que era finalista de Gran Hermano 16 hasta que el público empezase a votar en positivo. En el plató, Jordi González comunicaba a los espectadores que este jueves, tras la expulsión tradicional, volverán a abrirse los teléfonos para que la audiencia vote a sus favoritos. El que menos apoyos reciba, deberá abandonar la casa. Doble salida esta semana. Arrancan los votos en positivo. Han, por tanto, solo es finalista hasta este jueves. Vaya tomadura de pelo.
En la casa de Gran Hermano 16 nada saben, sin embargo, de tal maquiavélico plan. Por ignorar, ignoran incluso que Han ha conseguido abrir la caja. Viven convencidos de que este jueves deberán despedirse o de Aritz, o de Marta o de Ricky, los tres nominados de esta semana. Y desconocen que, además, el equipo prescindirá del que menos simpatías despierte entre los espectadores. El viernes por la mañana solo quedarán seis nombres en la lista de concursantes de Gran Hermano 16.