Belén Esteban vuelve a «Sálvame Deluxe» para explicar la ruptura con «su Migue»

La Voz REDACCIÓN

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La copresentadora del programa de Telecinco regresa tras ganar «Gran Hermano Vip»

24 abr 2015 . Actualizado a las 22:57 h.

Belén Esteban vuelve a Sálvame Deluxe solo unos días después de hacerse pública su ruptura con su novio, «su Migue». La revista Lecturas publicaba en su último número que la propia Belén Esteban había decidido poner fin a su última decisión tras conocer la infidelidad de Miguel.

Después de 74 días encerrada en la casa de Guadalix, Belén Esteban descubrió que su pareja, de 26 años, le había sido supuestamente infiel con una compañera de trabajo mientras ella concursaba en el reality de Telecinco, según Lecturas. También se habla de otra segunda posible infidelidad con una camarera de un pub de la calle Huertas, en Madrid.

Tras unas semanas de descanso, Belén Esteban regresó a Sálvame Deluxe para contar su paso por el programa y ajustar cuentas con sus compañeros, de los que recibió críticas durante su estancia en la casa. Belén Esteban comenzó la entrevista emocionada y dispuesta a dar todas las explicaciones que le pidiesen. El primer tema en tratar ha sido la ruptura con «su Migue». 

«Este tema yo lo sé y quería contarlo aquí en el Deluxe, un amigo me envió la portada de Lecturas», explicó Belén Esteban. «Dentro de la casa de Guadalix tenía un miedo irracional, pero no intuía nada», prosiguió. «Quiero dejar claro que me ha hecho muy feliz, he decidido romper yo al conocer la infidelidad». Belén Esteban afirmó que Miguel quería continuar su relación con ella. «A Miguel le quiero muchísimo, pero he llorado mucho», dijo. «A día de hoy es el hombre de mi vida pero ya no está a mi lado por una decisión que por ahora he tomado yo», sentenció. 

Belén Esteban desmintió que haya sido un montaje su ruptura. «Tengo que decir que su familia me ha tratado como una más» y se ha referido en presente a «mi suegra». «Mi relación está rota», explicó.  

Así fue su paso por «Gran Hermano VIP»

Si hay un nombre con gancho en este Gran Hermano VIP es, sin duda, el de Belén Esteban, todo un icono de un considerable segmento de la población española. Desde que en 1998 su cara y su nombre aparecieron por primera vez en las portadas de las revistas del corazón tras hacerse pública, primero, su relación con Jesulín de Ubrique y su matenidad después, Belén se convirtió en símbolo del coraje, de la clase media-baja, de la mujer de barrio. Diecesiete años después, con un dilatado historial de novios, jarana, adicciones y apariciones televisivas a sus espaldas, la de San Blas es una colaboradora habitual de los platós, la niña mimada de Telecinco y la mujer más querida por el grueso de la audiencia. Una auténtica princesa del pueblo.

Al persuadirla para entrar en Gran Hermano VIP, Telecinco jugó con destreza sus cartas. En el mismo pack metió a Olvido Hormigos, aquella concejala de Los Yébenes que se hizo famosa después de que se difundiese aquel vídeo erótico que destapó sus continuas infidelidades a su marido. Ambas féminas llegaron a Guadalix arrastrando trifulcas pasadas. Su relación generó chispas desde el primer momento, sin embargo, sus reacciones ante tal cortocircuito fueron muy dispares. Belén optó por no controlar ni una pizca su carácter desbocado, ese que, a fin de cuentas, le hace ser quien es, mientras que Olvido prefirió encajar los golpes recluyéndose, tras comprobar que con el enfrentamiento directo poco había que rascar. 

El de Olvido y Belén se convirtió en el primer combate de Gran Hermano VIP. A la de San Blas la secundaron aquellos primeros días su esbirro más fiel, Víctor Sandoval, su inseparable Ylenia, e incluso Ares Teixidó, quien a día de hoy viste la camiseta del equipo contrario. La exconcejala de Los Yébenes se anuló en el concurso, concentró sus esfuerzos en pasar desapercibida y, finalmente, el público la echó. Tras salir por la puerta y aterrizar en el pató, Belén le confesó, cámara mediante, lo feliz que le había hecho la noticia de su expulsión. Y aquí empezó el declive del fervor belenista.

A pesar de estar más que acomodada en la final de Gran Hermano VIP y de contar con muchas papeletas para hacerse con el maletín, el camino no ha sido de rosas para Belén estos últimos meses. La colaboradora de Sálvame, acostumbrada a los halagos y a los ronroneos, ha visto cómo su fama ha ido desinflándose con cada nueva gresca que protagonizaba ante las cámaras y cómo, cada vez que Jordi conectaba en directo la casa con el plató, el público rompía en sonoros pitos y silvidos si se le ocurría tomar la palabra. Las redes incluso denunciaron un mal disimulado tongo para que ganase la de San Blas. ¿Cómo pasó Belén Esteban de liderar el cotarro a ser abucheada a la mínima de cambio?

La agarrada más sonada entre Belén Esteban y Olvido Hormigos sucedió el día en el que esta última, en el rol de señora como requisito de una de las pruebas del concurso, se regocijó con descaro en su papel y la llamó sin reparos «criada». Despertó a la bestia. La de San Blas, ni corta ni perezosa, le contestó: «Anda, tómate una copita de champán, que se te da muy bien». «Tómate tú otra cosita», le espetó Olvido, en referencia a pasadas adicciones de Belén, que se puso histérica y, desde ese mismo instante, sentenció para siempre a la de los Yébenes.

Aunque sus encontronzados con Olvido Hormigos han sido lo más relevante de su paso por el concurso -incluso tuvo que someterse a un inesperado e improvisado juicio el pasado jueves en el que salió condenada culpable de acosar a su rival y fomentar un complot de toda la casa contra ella- lo cierto es que batalla que se libraba en Guadalix, batalla en la que estaba presente Belén Esteban. A esto se suma que, durante unas nominaciones, no fue del todo fiel a las normas del concurso. La de San Blas le chivó a su íntima Ylenia y al torero la mecánica secreta de unas nominaciones que se salieron de la dinámica habitual. Cuando Telecinco detectó la irregularidad, paralizó las votaciones y obligó a los concursantes a volver a nominar. Repitieron las votaciones, pero, ingenuamente, creyeron que la dirección habría sancionado directamente a la de San Blas colocándola en la palestra. Pero no. Ella nada dijo. Y con ese golpe maestro, Belén Esteban consiguió, una semana más, salir ilesa de las designaciones.

Una de las discusiones más enraizadas que protagonizaron Belén y Olvido sucedió después de que Kiko Rivera opinase que las mujeres que se acuestan con otros hombres teniendo maridos «son unas putas». Belén se rió. Y Olvido reaccionó como un resorte: «Ahora no nos sube el azúcar, eh». Se refería la exconcejala a la conocida enferemedad sufre la de San Blas desde hace años y que le provoca bajones continuados en su rutina diaria. Ni a Belén Esteban ni a los espectadores les gustó cómo Olvido recurrió en ese momento a una importante dolencia. Belén se hubiese convertido en heroína de los diabéticos si días más tarde no hubiese fingido descaradamente una bajada de azúcar para escuchar los cuchicheos de sus compañeras

A los pocos días de echar a andar, Gran Hermano VIP expulsó de forma disciplinaria a los Chunguitos por unos desafortunados comentarios en relación al color de piel de Coman y a la condición sexual de los hijos. Llamar al concursante de raza negra «gorila» y confesar que prefieren un hijo deforme a uno gay le supuso al dúo rumbero un polémico autoempujón hacia la puerta de salida. La intransigente postura de la organización brilló sin embargo por su ausencia durante un episodio similar que tuvo como protagonista a Víctor Sandoval, el lacayo por excelencia de la de San Blas. El exmarido de Nacho Polo no se cortó ni un pelo en decir, con millones de telespectadores atentos a sus palabras, que los gitanos eran unos maltratadores. Gran Hermano VIP pasó por alto sus palabras, como también hizo oídos sordos a la consideración más machista de esta edición del concurso, apostillada por la progresista Belén Esteban: «Mientras haya mujeres en esta casa no pienso dejar que un hombre coja la fregona». Y tan ancha se quedó la madre coraje.