José María Feliz Cadenas: «La pareja de la Guardia Civil forma parte del paisaje de Galicia»

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

El general Feliz pasa a la reserva tras 43 años de servicio. Ya se despidió de la bandera el viernes ante sus agentes

22 may 2016 . Actualizado a las 18:12 h.

La entrevista se realiza en un despacho lleno de cajas, papeles, condecoraciones, documentos... y recuerdos. De 43 años de servicio en la Guardia Civil. «Es un ataque continuo de nostalgia, de recuerdos de toda una vida profesional. Conservo cosas de la academia, de cuando era alumno, y de todos los destinos que he tenido. Es un trance». José María Feliz Cadenas (Zamora, 1956) no deja solo la jefatura de la XV Zona de Galicia que ha mandado vestido de general de brigada. Pasa a la reserva. El viernes se despidió de la bandera ante su director general, ante autoridades y personalidades de Galicia, y ante una representación de los cinco mil guardias civiles a los que ha mandado los últimos cuatro años. «El día que cierre definitivamente la puerta del despacho -el miércoles es su último día- será un momento especial, agridulce. De satisfacción, porque he llegado al generalato, pero amargo porque dejas atrás toda una vida. Desde los 17 años visto el uniforme».

-Cuatro años al frente de la Guardia Civil de Galicia. ¿Cómo le ha ido?

-El balance es muy positivo. Ya solo por el hecho de haber desarrollado en Galicia el empleo de general es algo muy positivo. Pero a eso hay que unir que he estado muy a gusto y que me he sentido en Galicia como en mi casa. Mis últimos años de servicio han estado en este entorno, entre León, Asturias y Galicia. El resumen es positivo, pero ahora se me agolpa todo. Siento un poco de vértigo.

-León, Asturias y Galicia, zonas donde la Guardia Civil tiene gran implantación.

-Uno de los principales activos de la Guardia Civil es su despliegue, que vertebra el Estado. Eso nos permite estar en todos los sitios y saber o estar al tanto de cualquier cosa. Ese despliegue nos ha dado mucho contacto con la población. Cuando animo a los agentes de las patrullas de seguridad ciudadana a que investiguen les digo que muy pocas cosas podrán hacer los especialistas de la Policía Judicial antes y más rápido que ellos. En Galicia, por ejemplo, la pareja de la Guardia Civil forma ya parte del paisaje y puede hablar con toda naturalidad con el alcalde, con el empresario, con el vecino o con cualquiera. Ese contacto con la población es muy útil y una de las características de la Guardia Civil.

-¿El general jefe sabe todo lo que pasa en Galicia?

-Eso es imposible. Intento saber lo que tengo que saber, lo que es relevante, trascendente. Pero es imposible saber todo lo que pasa, aunque sí es cierto que si necesito saber algo me puedo enterar.

-¿Y qué pasa en Galicia? Los datos indican que es una comunidad segura. ¿Es cierto eso?

-Galicia es una comunidad muy segura. Las cifras de infracciones penales por cada mil habitantes nos sitúan solo por detrás de La Rioja, Asturias y Extremadura. España es un país seguro y Galicia lo es más todavía. Si lo preguntáramos, seguro que la inmensa mayoría de la gente respondería que tiene una sensación subjetiva de seguridad. No tiene miedo de salir, de viajar... En muchas zonas de Galicia todavía hay que advertirle al vecino que no deje la llave en la puerta. Pero claro, esa sensación es totalmente distinta para el que sufre algún delito.

-¿Qué se le puede decir a las víctimas de delitos?

-Que confíen en que vamos a hacer todo lo posible por detener al autor del delito y a intentar evitar que vuelva a ocurrir. Y les pediría que se fijen en todo lo posible, que llamen al puesto, a la hora que sea. Y si el puesto está cerrado les va a responder el COS [centro operativo de servicios], que esta abierto las 24 horas del día y le enviarán una patrulla. Que sepan que siempre vamos a poner todos los medios para defender a la población.

-¿Por qué a determinadas horas algunos cuarteles están cerrados?

-Porque creemos que es más útil que estemos en la calle que en un cuartel, donde nuestra intervención es requerida muy pocas veces. Tenemos que poner en la balanza los medios que tenemos y pensar que es mucho mejor tener a un guardia civil patrullando que tenerlo en la puerta del cuartel esperando a que acuda alguien.

-¿Pero no hay menos vigilancia así?

-No. Así hay más vigilancia. Está mas vigilada una zona si cierro varios cuarteles y constituyo una patrulla que esté dando vueltas y disponible. De la otra forma lo que se vigila es el cuartel.

-¿En qué hay que centrar los esfuerzos en Galicia?

-Lo que más inseguridad crea son los delitos contra las personas y contra la propiedad, especialmente los robos en viviendas. No es solo lo que te llevan, sino que te queda la inseguridad de que han invadido tu intimidad. Ahí centramos nuestros esfuerzos, igual que en el terrorismo de Resistencia Galega y en el narcotráfico, y en la lucha contra los incendios. No podemos dar por bueno que Galicia arda todos los años.

-Y en los últimos años, también el terrorismo yihadista.

-Sí. Estamos en alerta permanente. Volcamos los esfuerzos hacia lo que pudieran ser objetivos de los yihadistas, como centros comerciales, aeropuertos, estaciones de tren y autobús, conciertos, fiestas. Estamos prevenidos pero no atemorizados.

Del accidente de Angrois a la «gran investigación del caso Asunta»

Su padre era cabo cuando él nació, pero la vocación la alcanzó con el paso del tiempo: «Viví desde niño en un cuartel, pero sabía muy poco del cuerpo. Ni conocía las divisas. Descubro la Guardia Civil cuando empiezo a trabajar». A Feliz Cadenas, «tímido y poco hablador», le costó entrar en la academia: «No me acosté nunca al toque de silencio cuando preparaba el ingreso. Me iba a estudiar mientras los demás dormían». De su etapa en Galicia se lleva en la memoria el accidente de Angrois: «La Guardia Civil llegó de inmediato porque había patrullas muy cerca en un control de carretera». Y el caso Asunta, «una gran investigación de la Policía Judicial de A Coruña». Pero quiere destacar el trabajo diario de miles de guardias civiles: «Una lluvia fina de trabajo las 24 horas del día».