Manuel Martínez Núñez es un hombre acostumbrado a jugar duro en política y a devolver los golpes
05 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El de Manuel Martínez Núñez (Baralla, 1954) es uno de esos casos que demuestran que en política, para planificar operaciones complejas, hay que tener en cuenta el factor humano. Algo tan obvio se olvida con frecuencia por los estrategas de salón. Lo olvidaron quienes planificaron en el PSOE la doble operación para librarse de la candidatura a la presidencia de la Diputación de dos notables del partido: Juan Carlos González Santín y Manuel Martínez. Martínez, con apoyos inesperados, desbancó a Santín. Y el Bloque hizo lo que esperaban los estrategas: le impidió ser candidato a la presidencia, por estar imputado, y, tras el paréntesis de gobierno popular y la moción de censura, lo excluyó de la junta de gobierno.
Martínez (diplomado en Magisterio y licenciado en Pedagogía) es militante del PSOE desde 1979. Concejal en Becerreá entre 1995 y 2007 y alcalde desde 2007, es diputado provincial desde 1999 y fue diputado en el Congreso de 1985 a 1993. Aficionado a la montaña y a la caza, es un hombre acostumbrado a jugar duro en política y a devolver los golpes. Ahora lo sabe el BNG, al que llama «secta». También quienes aún no lo sabían en el PSOE. Mañana contará su verdad. Ya adelanta que él no se va. Es el factor humano de una operación dominó para alejarlo de la presidencia.