Contraataca las críticas de AGE y BNG con las 700 anomalías del nuevo centro hospitalario de Asturias y defiende su modelo de gestión sanitaria
29 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las fotos de las goteras y los testimonios aportados por profesionales y pacientes sobre las supuestas anomalías que rodearon la puesta en servicio del nuevo hospital de Vigo volvieron a marcar ayer la sesión de control del Parlamento, donde el mandatario autonómico, Alberto Núñez Feijoo, defendió el carácter público de su modelo de gestión sanitaria frente a las duras críticas de los grupos de AGE y el BNG, aunque también admitió que el edificio del Álvaro Cunqueiro registró «incidencias» y «deficiencias» que se van a resolver.
Fue el portavoz del Bloque, Francisco Jorquera, el encargado de abrir brecha durante el debate, al invocar una sucesión de «problemas» o «recortes» en torno al nuevo hospital, hasta el punto de manifestar que había una «falla de material esencial», que provocó que a un paciente se le tuviera que perforar el cráneo «cun motor incompleto». Y Yolanda Díaz, del grupo AGE, ahondó en la misma cuestión, acusando a Feijoo de «provocar o caos» en la ciudad de Vigo y de poner a la población «en risco» con el modelo de gestión hospitalaria que «dá medo».
«O que dá medo é escoitala falar», replicó el presidente de la Xunta, justo antes de reprocharle a las fuerzas de la oposición, y muy especialmente a Díaz, que el único propósito de sus intervenciones consistía en «desprestixiar» la sanidad pública.
«Claro que hai incidencias e claro que hai deficiencias e que as temos que arranxar», reconoció Feijoo tras escuchar la enumeración de anomalías realizada por la oposición, aunque puso de relieve que en el ánimo del nuevo conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, está el subsanarlas, «e por iso o que fixo a primeira semana é ir a ese hospital e falar cos profesionais», relató el jefe del Ejecutivo.
El escudo de Asturias
Y si Jorquera se empeñó en mostrar la imagen de un hospital vigués funcionando en precario, Feijoo contrapuso la de un centro que realizó 723 intervenciones quirúrgicas, 73.300 consultas y atendió 12.837 urgencias en su primer mes de funcionamiento. Y si la viceportavoz de AGE atacó aludiendo a las deficiencias, el mandatario autonómico no tuvo inconveniente en enumerar unas cuantas: «Ausencia de espazos cubertos, deficiencias en vías de evacuación, taquillas oxidadas, camillas que non caben en ascensores, faltas de espazo en oncoloxía».
Ahora bien, acto seguido dejó claro Feijoo que estaba aludiendo no a Vigo, sino a las «700 deficiencias» que el año pasado detectó el comité de salud laboral en el Hospital Central de Asturias. «Fíxoo o PSOE e Izquierda Unida gobernando en Asturias», insistió el también líder del PPdeG, en medio de la gran ovación recibida en su bancada.
Pero el debate sanitario dejó también dos escenas de máxima tensión. Una, cuando Jorquera le espetó al presidente que nadie «en tan pouco tempo fixo tanto dano á sanidade pública» como Feijoo. Otra, cuando Díaz censuró que vaya a un hospital privado «cando está enfermo» o que su padre sea atendido en Vigo en «condicións privilexiadas». Tal acusación desató una ola de abucheos del PP hacia la diputada de AGE, si bien Feijoo se limitó a responderle así: «Canto máis fala, máis se retrata».
El jefe de Ejecutivo presume de hacer de Galicia el lugar «máis doado» para tener hijos
Si AGE y el BNG escogieron la sanidad para debatir con Feijoo, el portavoz del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, acudió al Parlamento con otro asunto capital debajo del brazo: la crisis demográfica y el retrato del progresivo envejecimiento de la comunidad, que le sirvió al presidente de la Xunta de pretexto para presumir los incentivos fiscales y ayudas directas que anunció su Gobierno para estimular la natalidad.
Méndez Romeu repasó las medidas tomadas por el Ejecutivo autónomo en esta materia, como la aprobación, hace 3 años, del plan de dinamización demográfica o ahora la del plan familias, que son, dijo, «tan voluntaristas como limitados». El portavoz del PSdeG demandó más políticas de conciliación laboral y familiar, antes de sacar a colación que 30.000 familias no tienen guardería, cuando eso representa el 55 % de los niños menores de 3 años que hay en Galicia. Lo que hacen, le espetó Méndez al presidente, son «lavados de cara».
El presidente se felicitó de que el PSOE «se sume á preocupación» por los problemas demográficos. Insistió Feijoo en que no se trata de una tendencia que no afecta solo a Galicia, sino a todo España y muchos países europeos, como Alemania o Italia, y abundó que, en lo que a la Xunta respecta, se están haciendo los deberes. «A curto prazo, este Goberno vai a apoiar a todos os galegos e galegas que queiran ter fillos», manifestó el jefe del Ejecutivo, que se comprometió a hacer de la comunidad «o lugar máis doado» para tener hijos, tanto «dende o punto de vista fiscal», como de las ayudas directas o de los servicios públicos.