Iglesias y Noriega exhiben sus diferencias sobre cómo conformar una candidatura para las generales
GALICIA
El líder de Podemos asegura en Santiago que no renunciará a su marca y el regidor compostelano sostiene que no debe haber «corsés previos nen casas prefabricadas» que marquen el proceso ciudadano
04 jul 2015 . Actualizado a las 12:47 h.La segunda jornada del tour de Pablo Iglesias por Galicia ha arrancado esta mañana con un fugaz encuentro en Santiago con su nuevo alcalde, Martiño Noriega. Y el resultado ha sido idéntico al de ayer: Podemos, al menos por ahora, no logra convencer a las mareas de que concurran del brazo de su marca. Iglesias ha repetido que el logo de su organización en las papeletas es irrenunciable, pero se ha mostrado abierto a articular fórmulas que permitan añadidos a su marca.
«Sobre esto no coincidimos, pero seguimos dialogando», ha dicho a los periodistas, minutos antes de emprender rumbo a Vigo, donde celebra un mitin esta mañana. En presencia de Pablo Iglesias, el regidor compostelano ha revelado cómo durante el encuentro ha explicado al líder de Podemos la importancia que tiene el proceso de unidad popular y cómo desde esa fórmula se le puede disputar la hegemonía al PP, tal y como ha ocurrido en ciudades como Santiago y A Coruña.
«As canles de diálogo van continuar, pero nos estamos convencidos de que sen caer en mimetismos ese debe ser o camiño e ahí están as diferencias: non debe haber corsés previos nen proxectos de casas prefabricadas mentres non definamos de maneira aberta cal ten que ser o campo de xogo», ha precisado Noriega en presencia de Iglesias. El alcalde de Santiago, no obstante, ha reconocido el rol de centralidad que juega su formación en el proceso de cambio, pero ha pedido altura de miras sobre el proceso histórico.
Noriega se posicionaba así en similares términos a los expresados recientemente por Xulio Ferreiro, el regidor coruñés de la marea atlántica. Y del propio Beiras, que llama a la conformación de proceso de abajo hacia arriba, sin dirigismo de las organizaciones clásicas, pero que tenga como objetivo presevar a Galicia como sujeto político propio. Ese es, además, el punto de confluencia de las fuerzas nacionalistas ahora dispersas tras la fractura del Bloque y que se hallan en conversaciones para articular una marea gallega para concurrir a las generales.
Iglesias ha aceptado un posible grupo gallego propio en el que se integren miembros de Podemos, pero el nacionalismo y parte de la izquierda está convecido de que esa fórmula conduciría a la fagocitación por parte de Podemos.