Iglesias y las mareas no se ponen de acuerdo para ir juntos a las generales

S. Lorenzo, X. Gago, R. Pita REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El líder de Podemos pretende mantener el nombre de su partido y ofrece a cambio renunciar a su marca en las autonómicas gallegas del 2016

04 jul 2015 . Actualizado a las 10:18 h.

Las mareas pueden dar calabazas a Pablo Iglesias para las generales, pero el líder de Podemos ha dejado una oferta sobre la mesa en su visita en Galicia. Si las mareas, Anova e IU cambian su discurso y aceptan ir a las elecciones del otoño bajo el paraguas de Podemos, Iglesias renunciará a su marca en las autonómicas gallegas del 2016. Esta propuesta aboca a las coaliciones urbanas a reflexionar sobre si mantienen o modifican su discurso en favor de una candidatura de unidad popular que no esté supeditada al liderazgo de ningún partido. Pero también pone a las fuerzas nacionalistas en una tesitura comprometida, al tener que elegir entre plegarse a las condiciones de Podemos o abrir una brecha en la unidad que han hilvanado en las últimas semanas.

En este giro, Beiras emerge otra vez como actor fundamental. Entre alimentar el apetito electoral de Iglesias y evitar que Podemos acabe fagocitando el espacio del nacionalismo gallego, el líder de Anova ha optado de entrada por la segunda opción. Es un movimiento muy madurado. Porque, al mismo tiempo que Iglesias cuadraba su agenda gallega desde Madrid, las fuerzas nacionalistas (BNG, Anova, Compromiso por Galicia y Cerna) han pactado la celebración conjunta del Día da Patria, una imagen con la que los partidos implicados pretenden simbolizar la apuesta por la candidatura gallega frente a los planes sucursalistas del líder del Podemos.

Todos estos encajes estratégicos para tratar de salvar al nacionalismo de la irrelevancia política pueden dejar un daño colateral. La sintonía que Iglesias y Beiras mantenían desde el curso acelerado que el primero recibió en la precampaña de las elecciones gallegas del 2012, como asesor en la gestación de AGE, quedaría resquebrajada si el líder de Podemos recibe calabazas a su oferta de cambio de cromos entre las generales y las autonómicas.

Beiras dejó claras las diferencias insistiendo en que el problema va más allá del nombre de las candidaturas, «non se pode empezar a casa polo tellado», dijo al respecto antes de explicar que el problema es ensamblar «os alicerces»: Podemos, las mareas y los movimientos sociales. Propuso para ello dos posibles soluciones, una «fusión» o una «articulación e vertebración», pero en la reunión que mantuvo en A Coruña con Pablo Iglesias y la secretaria general de Esquerda Unida, Yolanda Díaz, no se aceptó a ninguna de las dos, por lo que habrá que «continuar co diálogo».

Beiras no quiso hacer un pronóstico del resultado de las negociaciones porque «as dinámicas están mudando rápidamente». Advirtió que «estamos nunha conxuntura histórica de transición» y dijo que «sería lamentable que os partidos tivésemos responsabilidade en que se frustrase».

Yolanda Díaz intentó quitar hierro a las diferencias «político jurídicas», pero insistió en la necesidad de «deixar as siglas a un lado» para que «a cidadanía sexa o suxeito de cambio».

Iglesias descartó esa posibilidad, al menos en las generales. Subrayó que para Podemos es «imprescindible» que el nombre del partido y su logotipo «estén presentes en todos los colegios electorales del Estado». Ahora bien, no descartó que en Galicia el nombre de Podemos pueda ir acompañado del de «un espacio nacional galego», formado por EU, Anova y las mareas.

Además, aseguró estar abierto a «cualquier fórmula» para concurrir a las elecciones autonómicas y aseguró que el «protagonismo» en esas negociaciones lo tendrá la dirección gallega.

También reiteró su oferta de que se conforme grupo parlamentario gallego a partir de una candidatura conjunta a las generales. No estaría «separado» del grupo principal de Podemos, porque hay un proyecto «común», pero ese «grupo parlamentario galego» sí sería «distinto» y tendría un «protocolo de relaciones» con los grupos estatal y catalán.

Iglesias hizo esa propuesta tras entrevistarse con el alcalde de A Coruña y portavoz de la Marea Atlántica, Xulio Ferreiro, con el que también existen «diferencias» para gestar una candidatura unitaria, aunque ambos subrayaron que no son «insalvables».

El líder de Podemos tuvo varios guiños con el regidor e insistió en la importancia del «espíritu de las mareas», que el regidor exigió respetar. También defendió el proceso de primarias del partido, aunque el sector crítico Podemos Cambiar Galicia advirtió que lo boicotearán y se darán de baja en bloque si no se introducen cambios en el proceso.

Por su parte, desde Podemos en A Coruña se mostraron seguros de que la candidatura unitaria saldrá adelante pero insistieron en que el nombre de Podemos es irrenunciable en las generales.

En Ferrol, Pablo Iglesias dejaba entrever la posibilidad del acuerdo tras su entrevista con el alcalde, Jorge Suárez. «El nombre y el logo de Podemos como referencia del cambio se ha ido construyendo a nivel estatal, pero las últimas elecciones municipales han creado un sentimiento nuevo en Galicia. Creemos que esos sentimientos que caminan juntos hacia el cambio podrán encontrar una fórmula común y vamos a trabajar en esa dirección». En un abarrotado mitin incidió después: «El nombre de Podemos y el de las mareas en una misma papeleta es mayoritario en Galicia en unas generales».

Podemos cierra listas en 3 semanas

La celeridad de Pablo Iglesias en mover ficha para tratar de incorporar el mayor número de fuerzas a la candidatura de Podemos en Galicia se debe a la urgencia en elaborar listas por las primarias que el partido celebrará en julio. Ayer precisó que no tiene voluntad, «ni mucho menos», de presentar una lista completa. Señaló, además, que no contempla que «no haya candidatos gallegos». Pero los críticos de Podemos en Galicia insisten en sus ataques a la dirección por un reglamento de primarias que consideran «unha burla» y por el que amenazan incluso con salir en bloque de la formación. Los críticos mantienen, además, su apuesta por que Podemos se integre aquí en una candidatura libre de siglas.