Los receptores, dos técnicos municipales, contaron a De Lara que tuvieron problemas para devolverlos
29 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Una ingeniera de caminos funcionaria en el Concello de Lugo le contó a la jueza De Lara, cuando la llamó como imputada en la operación Pokémon, las peripecias que pasó para devolver una voluminosa maleta que le regaló un empresario lucense. También su esposo recibió obsequios. Los dos aseguraron que los devolvieron. En la lista hay, además de las maletas, un jarrón, relojes y bolsos. El presunto autor de los obsequios es el empresario Manuel Santiso, también imputado.
La ingeniera le explicó a la jueza que tuvo que pasear con la maleta por media ciudad para conseguir devolverla. Fue primero a un establecimiento y de allí la mandaron a otro. Cuando llegó, la dependiente le dijo que no podía hacer nada: ni darle dinero, ni un vale. «No quería dinero. Solo devolver el regalo. Entonces dejé allí la maleta».
La funcionaria reconoció que en 2007 recibió un jarrón enviado por el empresario, pero en este caso, explicó, tuvo menos problemas para devolverlo. Lo entregó en la tienda donde lo vendieron y le dieron un vale que luego, dijo, ni llegó a gastar. «Caducó sin más», explicó.
La argumentación no convenció a la jueza.
Pilar de Lara: Si quisiera devolverlo, no lo cambiaría por un vale...», le dijo.
Imputada: No me dieron otra opción. No me gustan esos detalles.
P. L.: Al año siguiente, en el 2008, le llegaron a usted y a su marido unos relojes...
I: Fue mi esposo quien se los devolvió en mano. A mí me daba más apuro.
P. L.: ¿Y para qué le hacía los regalos?».
I: No lo sé. No tenemos relación personal con él.
P. L: ¿Entonces considera que los regalos que le hacía Santiso eran por su condición de funcionaria pública?,
I: No sé porque eran.
P. L: A ver... nadie hace regalos sin más. ¿Era su cumpleaños?
I: No, era por Navidad.
P. L.: ¿Por qué se los hacía si no tenían ningún tipo de relación?
I: No lo sé. En Navidad también algún otro contratista mandó una botella de vino.
P. L.: ¿Quién?
I: No sé decirle. En alguna ocasión mandó alguno.
P. L.: Una cosa es una botella de vino y otra un jarrón y un reloj.
La imputada le recordó a la jueza que su marido devolvió al empresario los relojes y le recordó que esos detalles les desagradaban. Al año siguiente no les envió nada. «Pensamos que se había acabado esta historia, pero en 2010 llegó una maleta que también devolví y que llevé en mano. Tuve que andar con ella por las calles y fue una situación incómoda», dijo la funcionaria. En 2011 recibieron él una bandolera y ella un bolso de 357 euros. Los devolvieron y cogieron unos vales que, explicaron, no gastaron.
La jueza preguntó si ante tal persistencia del empresario no se les ocurrió decirle que no mandara más regalos a lo que ella respondió que sí lo advirtieron. «Siempre decía: ?es un detalle de Navidad?. No fue por ningún trato de favor porque nunca se lo he dado ni le hice nada a cambio de regalos», dijo la imputada.
El esposo de esta funcionaria, que también trabaja en el Concello de Lugo y que también tuvo que declarar en calidad de imputado, le dijo a la magistrada que Santiso le respondió: «Es que quiero tener un detalle contigo». Recordó esta persona que al consistorio lucense podían llegar hasta conservas que luego ponían en los pinchos de Navidad.
El funcionario dijo a la magistrada que no se tomó como «algo raro» los regalos. «¿Qué quiere decir con algo raro?», preguntó De Lara. «Que quisiese obtener un favor mío. Me conocen y saben que soy cuadriculado y mi esposa también. Saben que no van a obtener nada». También le preguntó la jueza por el contenido de conversaciones telefónicas en las que habla con Manuel Santiso sobre dejar un sobre en su despacho. Dijo que se trataría de documentación técnica y que era habitual que se la dejaran en su mesa.