Sindicatos y oposición cargan contra los recortes al funcionariado gallego

Serafín Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Critican que Feijoo presuma de solvencia a costa de sangrar al empleo público

15 abr 2014 . Actualizado a las 19:18 h.

Semana de pasión para los 95.000 trabajadores de la Xunta y las tres universidades. El momento elegido por Feijoo para anunciar la continuidad en el 2015 de los recortes laborales y retributivos de un colectivo que acumula cinco años de restricciones ha sorprendido más que una medida que ya se temían las centrales de la función pública. El jefe del Ejecutivo autónomo desveló sus planes el domingo pasado, en una entrevista publicada en este periódico. Con casi seis meses de antelación sobre la fecha en que comenzarán a elaborarse las cuentas del próximo ejercicio, avanzó que la Administración carece de holgura financiera para dejar de recortar el salario a sus empleados a través de las extras. «No tengo 150 millones en este momento. Y el año que viene Galicia tendrá que recortar su déficit público al 0,7 % del PIB; es decir, gastar aún menos», apuntó Feijoo.

Tanto los sindicatos como la oposición reprobaron ayer un anuncio que supone un desmarque radical de los pasos del Gobierno central y de otras comunidades, algunas del PP, para restablecer la normalidad entre el funcionariado. Las centrales llaman la atención sobre la asunción por la Xunta de su incapacidad para traducir la solvencia de la que presume en mejoras que alivien la situación de sus trabajadores. Tampoco pasan por alto el contexto preelectoral en el que Feijoo mueve ficha, en precampaña de las europeas y con las municipales a un año vista. «Cada empregado público saberá o que debe facer co seu voto», advierten.

Fernando García, de la CIG, sostiene que para la Xunta «non é unha prioridade que os seus traballadores cobren o seu salario». García, que como el resto de los sindicatos cuestiona el cálculo «inflado» de 150 millones que maneja Feijoo, recrimina que no encuentre otras partidas que recortar, «cando é incríble o que gastan na Cidade da Cultura». Tampoco le salen las cuentas a José Vázquez, de UGT. «Mentres outras comunidades falan de brotes verdes e queren recuperar as cousas, Feijoo di que haberá que axustar o déficit ao 0,7 % e que terá que morder outra vez nos empregados públicos. Non debe ser tan bo xestor como di». Más irónico, Emilio Doforno, de CC. OO., esgrime que «o presidente tennos acostumados a facer un anuncio en período preelectoral que logo incumpre. Case lle agradecemos o xesto, porque a estas alturas non se poden contra máis trapalladas». José Francisco Méndez, de CSIF, opina que «lo que transmite es que no van a aumentar los ingresos, que las cuentas serán las mismas que las del 2014. Está reconociendo que no habrá crecimiento económico o que no servirá para que los empleados públicos recuperen parte de lo perdido», argumenta. Resuelve que «estas medidas tendrán su respuesta en las elecciones».

Facenda guarda silencio

El líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, acusa a Feijoo de «falta de palabra e compromiso», y de cargar la crisis a los trabajadores. La viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, cree que el presidente «faltou á verdade cando dixo en campaña que non lle gustaban as medida de Rajoy». El portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, reprueba que el jefe del Ejecutivo «afoga a recuperación económica necesaria para nutrir as arcas públicas, para laiarse con cinismo despois de non ter recursos para devolver aos traballadores públicos o que lles quitou».

Facenda alegó ayer que no tiene nada que añadir a lo que Feijoo comentó en este periódico.