La investigación estrecha el cerco sobre los padres de Asunta

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Se cumplen seis meses del asesinato de la niña. SIGA AQUÍ TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL CASO

20 mar 2014 . Actualizado a las 13:12 h.

Mañana se cumplirán seis meses desde que la niña de Santiago Asunta Basterra fue asesinada. Sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra, fueron sospechosos desde el mismo día del crimen. No tardaron en ser detenidos e imputados y llevan todo este tiempo en prisión preventiva en el penal de Teixeiro (A Coruña). La investigación ha ido cercándoles cada vez más, provocando que incurran en contradicciones y mentiras y acumulando tal cantidad de indicios en su contra que la Audiencia Provincial ha rechazado una tras otra todas sus peticiones de abandonar la cárcel.

¿Cuáles son los hechos?

Por las grabaciones de cámaras de seguridad, la activación y desactivación de las alarmas y la geolocalización de los teléfonos móviles, los hechos probados son que el sábado 21 de septiembre del 2013, Asunta fue a las 14 horas a comer con sus padres a casa de Alfonso Basterra. A las 17.21 horas salió del domicilio sola y siete minutos más tarde lo hizo su madre, Rosario Porto. Juntas partieron después, a las 18.20 horas, en dirección a la casa familiar de Montouto (Teo), a la que llegaron a las 18.35. A las 19.29 horas, Rosario Porto seguía en la casa y a las 21.30 dejó el coche en su garaje, por lo que a las 21.40 horas entró en su domicilio y se percató -aseguró- de que la pequeña no estaba. A las 22.17 horas ya estaba junto a su exmarido entrando en la comisaría para presentar la denuncia por desaparición, que se empezó a redactar a las 22.31. A la 1.15 horas del domingo 22 de septiembre, Asunta fue hallada muerta en una pista forestal de Feros (Teo), a menos de cinco kilómetros de la casa de Montouto en la que se sitúa la escena del crimen.

¿Qué dice la autopsia?

La autopsia de Asunta es clara. La niña fue asesinada mediante asfixia por sofocación con un objeto blando, como una almohada. Previamente, se le suministró una dosis tóxica -que no mortal- de lorazepam -marca Orfidal-. Tenía 0,68 microgramos por mililitro de sangre de este medicamento, que los análisis del cabello han demostrado que la pequeña tomó al menos desde tres meses antes de su muerte. El Orfidal se le empezó a suministrar en aquella comida, porque el fármaco interrumpió la digestión y en el estómago quedaron enteros los trozos del menú: revuelto de champiñones. La hora en la que se cree que se produjo el fallecimiento son las 19 horas.

¿Cómo murió la niña?

El juez que instruye el caso, José Antonio Vázquez Taín, imputa a Rosario Porto y Alfonso Basterra el asesinato y el haberse presuntamente concertado para elaborar el plan del crimen. Los investigadores creen que los padres mezclaron el Orfidal en la comida o la bebida de la niña. Consideran que empezó a hacerle efecto al emprender el viaje a la casa de Montouto (Teo) y que fue allí donde fue asesinada, concretamente en una habitación del piso superior. Ya drogada, la ataron de pies y manos con una cuerda naranja y le habrían provocado la asfixia sin que pudiera defenderse. Después, creen que limpiaron parte del cuerpo y la ropa y que lo trasladaron en coche hasta la pista de Feros en la que fue encontrado el cadáver.

¿Fue Basterra a Teo?

El auto por el que el juez Vázquez Taín envió al padre de Asunta a prisión solo le situaba en el momento en el que se suministró el Orfidal a Asunta, pero los investigadores están convencidos de que Basterra también estaba en la casa de Teo cuando se asesinó a la niña. Él ha manifestado que no salió de su piso en toda la tarde y que estuvo recogiendo la cocina y leyendo un libro, pero han aparecido dos testigos que le vieron a las 18.18 horas en la calle, en un punto en el que Rosario Porto tendría que haber pasado con el coche. La tesis de la Guardia Civil es que muy probablemente subió a ese vehículo y que presuntamente ayudó a su exmujer a consumar el asesinato. Los testigos, dos menores, son de gran fiabilidad pues la chica conocía perfectamente a Asunta porque había ido con ella a clases de francés.

¿Qué pruebas hay contra los padres?

Rosario Porto mintió inicialmente al decir que había ido a la casa de Teo sola y que Asunta se había quedado en Santiago estudiando. Cambió su versión al conocer que una cámara de seguridad las había grabado en el coche. Por su parte, Basterra compró grandes cantidades de Orfidal antes de la muerte de su hija. La cuerda naranja es también crucial en el caso. Los trozos hallados junto al cadáver son iguales a los de la bobina hallada en la casa de Teo que, además, la madre de la pequeña intentó ocultar durante el primer registro del inmueble. El padre no ha logrado explicar qué eran los «polvos blancos» que la niña le dijo a sus profesoras que le daban y que le hacían dormir. Hay documentados varios episodios en los que la niña acudió a clases de música drogada y fue su padre el que la llevó tras haber dormido en su casa. Asunta dijo que sus padres la engañaban y que no tenía alergia, algo que ha corroborado su pediatra. Tampoco ha conseguido explicar Porto cómo se manchó con polvos de Orfidal el vestido negro que llevaba puesto el día del asesinato. La Guardia Civil cree que fue al vaciar el contenido de las cápsulas para dárselo a su hija mezclado en la comida.

¿Qué le falta a la investigación?

Aún están por conocerse los informes sobre los ordenadores y los teléfonos móviles de Rosario Porto y Alfonso Basterra. En ellos se han recuperado gran cantidad de correos electrónicos que serán clave para conocer cómo eran las relaciones de la familia en los meses previos al crimen. También serán objeto de especial atención las fotos y los registros de Internet que contengan los dispositivos. En cuanto al semen hallado en la camiseta, la semana que viene se producirán las últimas declaraciones de testigos y peritos que confirmarán que el hombre cuyo perfil genético coincide con el del esperma estaba en Madrid el día del asesinato. Tras estas diligencias es casi seguro que se archivará su imputación en el caso, dado que todo parece confirmar que el semen llegó a la ropa de la niña por un error en el laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid.

¿Cuál es el móvil?

El móvil del crimen es psicológico y tan complejo como las relaciones entre los padres de Asunta. La madre habría actuado, según los investigadores, por desapego. La niña le resultaría un estorbo en la nueva vida que pretendía emprender, sentimiento en el que habría tenido mucho que ver su relación amorosa con un amante. En cuanto al padre, se maneja la posibilidad de que la niña conociera algo que le supusiese un peligro y que él temiese que lo pudiese revelar, pero también consideran que actuó movido por la venganza que deseaba tomarse contra su exmujer, que le había prometido dejar a su amante y que había roto ese compromiso. Creen que planeó el asesinato de tal forma que a ojos de la policía solo Rosario Porto pareciese culpable y que por eso tuvo más cuidado y él no aparece en ninguna grabación de cámaras de seguridad. No le habría advertido de este detalle con el fin de que solo hubiese pruebas contra ella.