La subida de los peajes de la AP-9 es del 5 % o más en seis tramos

m. santalla / m. cheda REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

De los 45 recorridos posibles en la autopista, 34 han subido de precio

04 ene 2014 . Actualizado a las 14:57 h.

El peaje en la autopista AP-9, entre Ferrol y Tui -y también en la AP-53, entre Santiago y Dozón- ha subido con el inicio de año un 1,85 %. Sin embargo, detrás de ese porcentaje global se esconden grandes diferencias, entre algunos tramos -once en total- en los que el precio no se ha movido con respecto al del 2013, y otros que rozan, o incluso superan, el 6 % de subida.

Si se excluyen del cálculo los once peajes que se han congelado -Fene-Miño, Cabanas-Guísamo, A Coruña-A Barcala, A Coruña-Macenda, Santiago-Padrón, Padrón-Caldas, Carracedo-Caldas, Carracedo-Curro, Caldas-Pontevedra, Puxeiros-O Porriño y O Porriño-Tui-, la subida de tarifas en la AP-9 alcanza el 2,91 %, más de un punto por encima del alza reconocida por la concesionaria.

De los 45 recorridos que es posible realizar en la autopista del Atlántico, suben, por lo tanto, 34. Diez de ellos se elevan más de un 3 %, y seis lo hacen por encima del 5 %. El mayor ascenso lo asumirán los turismos que transiten entre Fene y Cabanas. En este recorrido, el alza de los precios alcanza el 6,25 %, al pasar de los 80 céntimos que se pagaban durante el ejercicio anterior a los 85 que se pagan desde el día 1.

Entre Guísamo y Macenda la subida ha alcanzado el 5,88 %, pues ha pasado de 85 céntimos a 90. Ese mismo porcentaje ha subido el trayecto entre Rande y Vigo, que pasa también de 85 a 90 céntimos. Otros tres peajes han experimentado ascensos en su precio del 5 %. Se trata de Cabanas-Miño, que de costar un euro ha pasado a 1,05. Caso idéntico es el de Miño-Guísamo, y también el de Pontevedra-Vilaboa.

Entre O Morrazo y Vigo la subida ha sido de 4,76 %. Quien recorría este tramo el año pasado pagaba 1,05 euros. Ahora cuesta 1,1. Un 4,35 % ha subido el peaje entre Caldas y Curro, donde se pagan cinco céntimos más, desde los 1,15 del 2013 a los 1,20 que se abonan ahora. En el listado de mayores incrementos figura también el recorrido entre Curro y Pontevedra, donde el peaje costaba 1,25 euros y cuesta ahora 1,30. En porcentaje, esta variación supone un 4 %. Con subidas entre el 3 y el 4 % están los recorridos entre A Coruña y Guísamo, y Ordes y Sigüeiro.

Todas estas subidas han desembocado en que, por primera vez, realizar el trayecto completo de la AP-9 cueste más de veinte euros. Desplazarse, en efecto, entre Tui y Ferrol costaba, en el 2013, 19,8 euros. Ahora hay que desembolsar 20,2. Trasladada a porcentaje, la subida es del 2,02 %.

Este nuevo varapalo al bolsillo de los consumidores ha causado el enfado de muchos usuarios. Si en los últimos años se había producido un éxodo de conductores hacia las carreteras convencionales, estas subidas podrían agravar esta tendencia, pues son muchos los automovilistas que están dispuestos a prescindir de los desplazamientos por las autopistas de peaje salvo cuando estos resulten imprescindibles.

Incluso algunos alcaldes han alzado la voz contra estos incrementos de tarifas que consideran excesivos y, sobre todo, poco adecuados a la situación económica actual. El regidor de Betanzos, Ramón García (PSOE), ha reclamado para sus vecinos el mismo trato que en Rande, donde se ha decidido la gratuidad del viaje de vuelta para sus usuarios. También su compañera de partido y alcaldesa de Bergondo, Alejandra Pérez, reclama la supresión de los peajes de Guísamo y Macenda.

«No es comparable», dice Juárez

A la petición de los alcaldes de Betanzos y Bergondo se refirió ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, para quien la supresión del peaje de Guísamo «no es comparable» con el de Rande. «Comprendo que los alcaldes reclamen suprimir peajes», dijo Juárez tras presentar los datos del balance de seguridad vial del año 2013. Sin embargo, en su opinión no es el mismo caso que el de Pontevedra-Vigo, porque en ese trayecto, argumenta, las alternativas son prácticamente inexistentes. «A todos nos gustaría que no nos cobrasen», reconoció, para a continuación apoyarse en criterios presupuestarios a la hora de destacar que eso no es posible.