El pesquero abordado con 10 toneladas de hachís marroquí se dirigía a Galicia

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La droga iba a ser transportada a tierra en planeadoras para ser distribuida en Europa

07 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El barco con 10 toneladas de hachís interceptado en alta mar al suroeste de Portugal se dirigía a las costas gallegas, desde donde posteriormente la droga sería distribuida a otras zonas de España y de Europa. Esa es la hipótesis con la que trabajan los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía y del departamento de Vigilancia Aduanera, dependiente de la Agencia Tributaria, que desarrollaron de forma conjunta la operación que desembocó en la incautación del importante alijo de hachís. La mercancía viajaba oculta en un pesquero que fue abordado el lunes por los geos con el apoyo de agentes del Greco Galicia de la Policía Nacional a bordo del barco Petrel, de la Agencia Tributaria. El asalto al barco de la droga se produjo en alta mar, a unas 50 millas del cabo San Vicente. En el buque viajaban 13 ciudadanos marroquíes, que fueron enviados a prisión ayer tras prestar declaración judicial. La droga estaba dispuesta en más de 300 fardos, que fueron intervenidos.

Agentes especialistas del Greco Galicia investigaban desde el pasado mes de febrero a una organización hispano-marroquí que, según las informaciones policiales, estaba dedicándose al transporte de grandes cantidades de hachís procedente de Marruecos y a su posterior distribución a cargo de las redes especializadas en la introducción de la droga en España y Europa. Las investigaciones se enmarcan dentro de la operación policial denominada Campoviejo. Los agentes sospechaban que la droga era transportada hasta las proximidades de las costas españolas a bordo de pesqueros marroquíes y que la mercancía se trasvasaba después a lanchas rápidas para ser llevada a tierra y distribuida por miembros de la organización probablemente afincados en España.

Hasta el momento no hay ningún detenido, pero la operación antidroga todavía permanece abierta y no se descarta que las investigaciones pudieran terminar con el arresto de alguno de los colaboradores de la organización que se encargarían de la distribución del hachís en las redes habituales.

Un buque sin bandera

El pesquero interceptado viajaba con rumbo norte y realizaba paradas en zonas que no están autorizadas para la pesca, según confirmaron fuentes cercanas a la investigación. El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, explicó ayer en A Coruña que el barco navegaba sin bandera y que era seguido por agentes del Greco y de Vigilancia Aduanera desde hacía varias semanas. «Aparentemente, dirixíase hacia as costas galegas», señaló Juárez. A finales del pasado mes de octubre, los investigadores tuvieron conocimiento de que que se iba a realizar de manera inminente el envío por vía marítima de un importante cargamento de hachís desde Marruecos hacia las costas gallegas. El Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) se encargó de coordinar un dispositivo conjunto de la Policía Nacional con los servicios de la Agencia Tributaria, que se pusieron en marcha para intentar localizar el transporte de esa mercancía e interceptar el envío. Una vez identificado, los agentes procedieron al abordaje del pesquero sobre las nueve de la mañana del lunes.

Al puerto de Cádiz

El pesquero con los más de 300 fardos de hachís y los 13 tripulantes marroquíes llegó ayer por la mañana al puerto de Cádiz, escoltado por el buque Petrel de Vigilancia Aduanera. El barco de la droga se denomina Oscar II y mide unos 18 metros de eslora.

El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, confirmó que la operación desarrollada el lunes partió de las investigaciones iniciadas el pasado febrero por el Greco Galicia. De Torre explicó que la operación había sido compleja y difícil por realizarse en alta mar. Por su parte, el comisario jefe de la Udyco central, Eloy Quirós, destacó que los tripulantes de la embarcación no opusieron resistencia durante la operación de abordaje, que se desarrolló de forma «limpia y por sorpresa» a cargo de seis agentes del GEO (Grupo Especial de Operaciones) del Cuerpo Nacional de Policía. Los trece tripulantes arrestados no llevaban armas en el barco y han sido puestos ya a disposición del juez de guardia de Cádiz, aunque la operación está dirigida por el Juzgado número 2 de Padrón.

Droga de gran calidad

Aunque los investigadores no han determinado hasta el momento el valor que la droga podría alcanzar en el mercado negro cuando fuese desembarcada y distribuida, sí han podido constatar sin embargo que las diez toneladas incautadas son de un hachís de gran calidad y que tenía sellos de marca del fabricante.