Hallan apuñalada en un zarzal de Cabanas a la mujer desaparecida

B. Abelairas / F. varela FERROL / LA VOZ

GALICIA

JOSÉ PARDO

La Guardia Civil investiga la posibilidad de que la víctima fuese violada

04 sep 2013 . Actualizado a las 19:54 h.

Un vecino encontró a última hora del lunes el cuerpo de Elisa María Abruñedo, la vecina de 46 años de la localidad coruñesa de Cabanas que desapareció el domingo por la tarde cuando regresaba de uno de sus habituales paseos por su aldea, Lavandeira de Riba. Elisa nunca se adentraba en el monte y, de hecho, su cuerpo apareció desnudo a 500 metros de su casa, entre unas zarzas, a unos pocos metros de la carretera en la que en torno a las ocho y media del domingo se la vio por última vez.

La noticia supuso un golpe durísimo para su familia y vecindario, sobre todo por el hecho de que desde el primer momento los investigadores encontraron indicios de que Elisa tuvo una muerte violenta, probablemente a causa de las puñaladas que presentaba su cuerpo, y también se hallaron indicios que apuntan a una agresión sexual, aún por confirmar.

Desde que el marido de Elisa, Manuel, diese la voz de alarma el domingo por la noche casi todos los vecinos se acercaron al polideportivo de Lavandeira, desde el que se coordinaron batidas. Incluso el alcalde, el popular Germán Castrillón, movilizó todos los medios que tuvo a su alcance para localizar a una mujer que todo el mundo creía desmayada en algún punto de su ruta.

«Fai anos tivo unha temporada na que estaba baixa de moral, pero superouno e agora estaba moi contenta e unida á súa familia», detallaba ayer uno de los residentes de una localidad en la que hay agrupaciones vecinales muy activas y con las que Elisa María colaboraba, como una más. El propio alcalde de Cabanas resaltaba que más de un centenar de personas participaron en la búsqueda, además de la Asociación de Cans de Salvamento de Galicia y un helicóptero.

«O luns eramos máis de cen persoas as que estabamos nas batidas», precisaba el regidor, muy preocupado por la seguridad de una aldea en la que muchas personas confesaban sentir «miedo» por un suceso que consideraban impensable en un lugar donde todo el mundo se conoce «desde siempre».

Pistas y arma

A última hora de ayer se levantó el cordón policial en el lugar donde se encontró el cadáver de la mujer y en un camino cercano a la zona, y que se había colocado para evitar que con el paso de vehículos se dañasen pruebas.