Denuncian que un imputado en la Pokémon amenazó a la jueza Pilar de Lara en Lugo

Lugo / La voz

LUGO CIUDAD

La jueza Pilar de Lara instruye la Pokémon. Arriba, a la derecha, el empresario Miguel García-Gesto, que acabó imputado tras admitir en su empresa al cabecilla de la trama investigada, Francisco Liñares.
La jueza Pilar de Lara instruye la Pokémon. Arriba, a la derecha, el empresario Miguel García-Gesto, que acabó imputado tras admitir en su empresa al cabecilla de la trama investigada, Francisco Liñares. óscar cela< / span>

Durante el incidente dos abogados lucenses fueron agredidos

29 ago 2013 . Actualizado a las 12:56 h.

Un imputado en la operación Pokémon, Miguel García-Gesto, fue denunciado en la comisaría lucense por amenazas e insultos a la jueza instructora de la operación, Pilar de Lara. El incidente, en el que dos letrados resultaron agredidos, ocurrió en la madrugada de ayer en plena vía pública de Lugo. Motivó la intervención de patrullas de la policía y el traslado del denunciado al Hospital Lucus Augusti en una ambulancia, por su estado de agresividad, según la denuncia. En los hechos intervino también la madre del imputado, quien finalmente también presentó una denuncia. Anoche no se habían practicado detenciones.

El incidente, según la denuncia formulada en la comisaría, tuvo su inicio cuando la jueza, acompañada de su esposo y tres letrados, abandonaron un establecimiento de hostelería lucense en las primeras horas de la madrugada de ayer. En el mismo local se encontraba el denunciado e imputado en la operación Pokémon en compañía de otras dos personas.

Cuando ya el grupo estaba en el exterior, desde el interior del local se oyeron gritos e insultos. Una de las letradas primero y después la jueza, se acercaron a la puerta para ver qué sucedía y en ese instante el imputado, según consta en la denuncia, supuestamente señaló a la magistrada con el dedo y la insultó.

Cuando abandonaba el local, el denunciante supuestamente dijo de forma desafiante, según la denuncia, que cuando tuviese que ir a declarar iba a decir que no conocía a nadie. Las tres personas se encaminaron por la Rúa Nova y esperaron en unos soportales próximos. Cuando se aproximó el grupo, la madre proclamó que eran de una familia honrada y preguntó a la jueza quién era ella para entrar en su casa, pincharle el teléfono y escuchar conversaciones íntimas. Según la denuncia, dijo que le había arruinado la vida a su hijo y que si ella (la jueza) tuviera hijos «tendrían que sufrir». Mientras eso sucedía, asegura uno de los denunciantes, García-Gesto le decía que la dejara, que ya lo arreglarían por la vía legal.

Acto seguido el denunciado supuestamente levantó un brazo dirigiéndose a la jueza y le dijo que no era un Pokémon, que ella «estaba tapando a los corruptos y también al alcalde» y le planteó si tenía algún «lío» con él, de acuerdo con lo que consta en el atestado. En otro momento supuestamente la amenazó: «Ya verás cuando te coja».

A partir de ese momento uno de los letrados presentes trató de grabar con el móvil lo que estaba sucediendo, a lo que la la madre del denunciado le dijo que no podría tomar imágenes suyas. Seguidamente, la madre amenazó de muerte a la letrada si filtraba el vídeo a la prensa, según recoge la denuncia. Después supuestamente se abalanzó sobre la letrada y le dio una bofetada en la cara, momento en el que el denunciado también se fue sobre ella, la acorraló contra una pared y le arrancó el móvil, que cayó al suelo e intentó pisarlo.

Según la denuncia, tanto el esposo de la jueza como un letrado intentaron evitar que continuara la agresión. Sin embargo, el imputado le dio un manotazo al abogado, lo que le provocó una herida en un labio.

Un cuchillo

Consta en la denuncia que el imputado corrió por la calle gritando que quería un cuchillo. Mientras, uno de los presentes pidió la presencia de la policía. Uno de los agentes explicó al grupo que hicieron bien en llamarlos porque no sabían lo que podría pasar, ya que había una persona muy agresiva que intentó coger un cuchillo y se había tirado al suelo. Tras reducirlo, los agentes plantearon llamar a una ambulancia porque el hombre «estaba muy agresivo». Finalmente fue llevado al hospital, donde le dieron el alta horas después.