María del Pilar Sastre Serrano, nacida en Madrid en 1947, viajaba en el vagón número 6 del tren Alvia 730 que descarriló en Santiago. Su único hijo, Ángel, la había acompañado a la estación para coger el tren que se dirigía a Ferrol. Pilar perdió la vida en trágico siniestro de la curva de Angrois, al igual que otras 78 personas. Su fallecimiento constaba ya en la primera lista provisional de víctimas mortales del accidente.
Unas ochenta horas después del siniestro, su propio hermano, Eliseo Sastre, daba a conocer a través de una carta su parecer: «A través de diferentes medios leo artículos, declaraciones y opiniones de personas y organizaciones que me dejan desconcertado e indignado». El hermano de la víctima pedía información y colaboración con los familiares, más allá de opiniones rápidas o «aseveraciones de nulo valor». «En estos momentos callar es bueno y solo es necesaria ayuda y cooperación. La Justicia debe ser posterior y segura», escribía al respecto.