De la gloria al olvido político

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

GALICIA

11 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Regresó al lugar donde empezó todo: el centro social de Melide, en el que ahora ejerce de director y desde el que hace veintiún años lo lanzaron a la alcaldía. Era la joven promesa del Partido Popular. Reunía todas las cualidades: veintiocho años, de una conocida familia de la localidad, y empleado en un servicio con el que viajó por media España con la tercera edad melidense. Lo vieron como el candidato perfecto y no erraron.

Miguel Ramón Pampín Rúa (Melide, 1963) consolidó para el PP la alcaldía de su municipio natal, donde gobernó con holgadas mayorías absolutas desde 1991 hasta mayo del 2004. Lo hizo sin apuros durante más de una década en la que su partido lo mimó desde la Xunta de Manuel Fraga con una lluvia de millones para infraestructuras.

No fue hasta el 2002 cuando, de la mano de una implacable oposición ejercida por el BNG, se empezó a destapar la tumba política que él mismo se había cavado. El alcalde compaginaba su actividad política con la empresarial. Trascendieron adjudicaciones de obras a sendos constructores socios de Pampín en una tercera empresa -una promotora inmobiliaria-, y la adquisición de regalos institucionales a una firma en la que tenía la mitad de las participaciones.

El propio Fraga llegó a confiar a la patronal melidense un informe sobre los negocios del regidor, que no salió nada bien parado de las referencias de sus vecinos. Empezaba su ocaso. En las municipales del 2003 revalidó la mayoría absoluta para el PP y un año después firmaba la renuncia a la alcaldía arguyendo una cuestionada intención de dedicarse por completo al Senado, donde ocupó un escaño desde el 2000 hasta el 2008.

De su paso por la Cámara alta quedará para la memoria colectiva el pasodoble Senador Miguel Pampín, de la Orquesta Sinfónica que impulsó en Melide; también la urbanización que bautizó como Avenida dos Senadores. Y para él, el círculo social del que nutriría la Orden de Damas y Caballeros del Camino de Santiago. Es su Gran Mestre. También preside el Foro Universitario Reyes Católicos y es vicepresidente de la Fundación Amigos de Galicia. Un rosario de hasta 22 títulos al que recientemente incorporó el cargo de cónsul honorífico de Paraguay en Galicia. Sin contar su faceta como escritor. En la presentación de su libro, sobre el Camino de Santiago, estuvo acompañado por Romay Beccaría, su fiel mentor.