Estampida de abogados ante el juicio del caso «Prestige»

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Pasan de 80 a 51 por el desgaste de 10 años y los siete meses de vista oral

26 jul 2012 . Actualizado a las 09:27 h.

Era más bonito al principio. Estaba en juego lograr indemnizaciones para los clientes y, por tanto, los abogados personados en el caso Prestige podían optar a suculentos porcentajes. Pero la causa que comenzará a juzgarse el 16 de octubre en A Coruña no es como la del Mar Egeo, en la que el juicio era hasta cierto punto determinante para el trámite de las compensaciones. En este caso, la inmensa mayoría ya han cobrado y, aunque algunos de sus abogados querrá estar presente en la causa, han firmado ya un documento en el que renuncian a reclamar más de lo que han recibido.

Son 10 años a la espera de juicio y el desgaste se nota. Al principio, los abogados llegaban por el olor a dinero fresco de las indemnizaciones, pero también por la relevancia mediática del caso. Ahora hay cierto hastío y, sobre todo, la sombría perspectiva de tener que seguir un juicio que durará más de siete meses y, al mismo tiempo, mantener viva la carga de trabajo de sus despachos profesionales. Todas estas razones explican que de los algo más de 80 abogados que estaban personados en la causa en el Juzgado de Corcubión tan solo queden 51. El tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña, en una providencia reciente, decidió tamizar esta larga lista de abogados y comprobar quiénes son finalmente los que asistirán al juicio. Una treintena de ellos no mostraron interés en personarse.

Menos abogados, menos procuradores... Sin ir más lejos, el letrado que sostuvo la acusación popular de Izquierda Unida, Alfonso Suárez, presentó recientemente su renuncia. «Me es imposible seguir los asuntos de IU en Asturias y al mismo tiempo estar pendiente del juicio del Prestige», aseguró. Ahora, la coalición de izquierdas probablemente tenga que buscar a otro letrado para poder seguir el juicio que se celebrará en A Coruña, si finalmente le interesa en estas circunstancias.

Nunca Máis

La otra acusación popular, la de Nunca Máis, la sostiene el despacho Trepat Abogados y, de alguna manera, es el único aliento que mantuvo vivo durante estos 10 años aquel clamor ciudadano que capitalizó la plataforma. Pero los letrados intentarán por todos los medios compaginar la labor en su prestigioso bufete penalista con la infernal dinámica del juicio por la catástrofe marítima.

El tribunal ha pensado en estos inconvenientes y ha limitado a tres o, como mucho, cuatro jornadas semanales las sesiones del juicio. Así los abogados podrían atender sus despachos, y dos de los magistrados que no están liberados, los asuntos corrientes de su sala. También se ha pensado en los problemas de los abogados de oficio -en principio solo habría uno, el que defiende al jefe de máquinas-, y por eso el tribunal ha ordenado que se les retribuya de forma digna durante el juicio, dada su duración.