Las autopistas españolas dudan de que el peaje luso sea compatible a corto plazo

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

La asociación española de concesionarios de autopistas, Aseta, asegura haber recibido con «desconcierto» el anuncio del Gobierno portugués de que antes del verano los dispositivos de telepeaje españoles podrán ser utilizados en el país vecino

06 may 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

La asociación española de concesionarios de autopistas, Aseta, asegura haber recibido con «desconcierto» el anuncio del Gobierno portugués de que antes del verano los dispositivos de telepeaje españoles podrán ser utilizados en el país vecino para abonar los peajes en sus autovías y acabar así con los problemas creados a los conductores extranjeros en dichos viales. Aseta desmiente incluso que se hubiesen realizado en Galicia pruebas de interoperabilidad con los dispositivos lusos, como hace unos días informó el Ministerio de Economía portugués. La asociación de concesionarios de autopistas españolas asegura que está previsto que los primeros test se lleven a cabo a principios del próximo verano, por lo que recalcan su extrañeza ante el anuncio del Ejecutivo luso.

Tanto Aseta como Vía T, la sociedad que explota en España los llamados OBE -transmisores con los que se abona de manera telemática los peajes sin necesidad de parar en las cabinas de cobro- estiman que no hay demasiada diferencia entre los dispositivos de ambos países, por lo que las dificultades no radicarían en aspectos técnicos. «Pero hay que solventar problemas nada menores como garantizar la seguridad de las transacciones y el establecimiento de acuerdos entre ambos países para poder perseguir administrativamente a los conductores foráneos que no paguen los peajes, lo que puede incluso requerir modificaciones legales», apunta la portavocía de Aseta.

Alcanzar un acuerdo en los dos países sobre las comisiones bancarias de las entidades financieras que faciliten los dispositivos a sus clientes es señalado como un tercer escollo, que la patronal estima que no es sencillo superar.

En el 2005 se había llevado a cabo un intento de homologación de los dispositivos de pago en autopistas de los países, pero la dificultad en la coordinación de las redes telemáticas de las entidades bancarias españolas acabó por frustrar el acuerdo. Aseta recuerda que Alemania necesitó tres años en solventar problemas legales y de cobro con su euroviñeta, por lo que advierte que no será fácil el acuerdo con Portugal.