Las tres primeras autovías del norte en las que se implantó el polémico sistema pierden 43.000 vehículos cada jornada
27 mar 2012 . Actualizado a las 19:38 h.Portugal acaba de echar cuentas y todas las carreteras del país en las que hay que pagar por su utilización han perdido tráfico en el último año. Tanto las autopistas como las siete autovías en las que se implantó el peaje automático han visto caer el volumen de usuarios, mezclándose así el efecto disuasor de las tasas y las multas para quienes no las abonen, con las consecuencias de la fuerte crisis que vive el país.
La A-28, la autovía que une las inmediaciones de la frontera de Tui con Oporto perdió de media al día 8.522 usuarios comparando el último año sin peaje con el primer ejercicio entero en el que es obligatorio abonar los peajes de manera telemática.
Los meses centrales del verano reflejan claramente el retroceso en la utilización de la que era la única vía gratuita de conexión de Galicia con Oporto, ya que frente a los 38.144 vehículos de media diaria que circularon por la A-28 en julio del 2010, en el mismo mes del 2011 y ya con peaje, dicho baremo cayó hasta los 28.766. La misma variación se produjo en agosto al pasar de 41.405 a 31.223.
El Instituto de Infra-estructuras Rodoviarias de Portugal constata que dicho vial contó en total en el último trimestre del año pasado con 411.482 vehículos menos que en los tres meses finales del 2010, momento de implantación de los peajes automáticos.
Pero la caída en la utilización de la A-28 no benefició a la autopista A-3, entre Tui y Oporto y en la que el peaje se abona en cabinas. Dicho vial también perdió incluso más tráfico que la A-28, transitándolo en el último trimestre del año pasado 482.060 coches menos que en el mismo período del 2010.
En total, las tres autovías del norte cedieron 43.000 vehículos por día, mientras que las otras cuatro del país en las que se acaba de implantar el peaje cuentan ya con 14.000 menos.