Agustín, un santiagués del que no se sabe nada desde 1931

Nacho Mirás SANTIAGO

GALICIA

18 mar 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

¿Qué fue de Agustín María Quintáns, natural de Figueiras-Codesedas, en Santiago de Compostela? Ni su familia lo sabe. Hay que recurrir a los más viejos de la aldea para situarlo remotamente en los años treinta: entonces era un chaval que, con 18 años cumplidos, se marchó a hacer las Américas. «Marchou a Arxentina -explica su sobrino Jesús Barcia- e non soubemos máis del. Eran tres irmáns: el, María e Jesús».

El Boletín Oficial del Estado del 22 de noviembre publicó un edicto según el cual el juzgado de primera instancia número 1 de la capital de Galicia «hace saber» que, a instancias de la familia de Agustín María, se sigue expediente para la declaración de fallecimiento de ese pariente del que no saben nada. El documento sitúa en 1931 las últimas noticias que alguien tuvo del emigrante. ¿Y por qué interesa ahora la búsqueda? Como, en la mayoría de los casos, por un problema de herencia. La mujer de Jesús Barcia explica que hace más de treinta años que la familia de su marido hizo la «partilla». Y siempre se guardó la parte que le tocaba a Agustín. Pero ahora toca cerrar el capítulo pendiente porque, en algún momento, la herencia seguirá corriendo hacia adelante por las generaciones de los que aquí se quedaron.

Ningún familiar guarda recuerdo del hombre al que buscan; tampoco tienen constancia de que exista ninguna imagen suya; poco más queda en la parroquia que su partida de bautismo. Y, aunque es muy poco probable que el emigrante aparezca un día por la puerta, o algún heredero que dejara en la Argentina, el juzgado de primera instancia deja abierto el plazo «para que los que tengan noticias de su existencia puedan ponerlos en conocimiento del juzgado y ser oídos». Porque, una vez que el juzgado diga que Agustín María Quintáns está legalmente muerto, ya será tarde para reclamar cualquier derecho sucesorio.