El Supremo rechaza el traslado del Casino La Toja a Vigo

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

GALICIA

Desestima el recurso de Cirsa, la empresa propietaria, contra la Xunta

14 mar 2012 . Actualizado a las 15:37 h.

El Casino La Toja, en A Toxa, no puede ser trasladado a Vigo. Al menos así lo entiende el Tribunal Supremo, que ha desestimado el último de los recursos interpuestos por la empresa Cirsa, propietaria de este recinto, contra la decisión de la Xunta de no autorizar el cambio. El alto tribunal entiende que, según la normativa actual, sería preciso convocar un nuevo concurso por la licencia y que resulta imposible, debido a las especiales características de este casino, autorizar su traslado.

Casi desde que se hizo con el casino de A Toxa, Cirsa ha tratado de cambiar su ubicación por la de la ciudad olívica. Fue en julio del 2004 cuando la firma presentó, de forma oficial, su solicitud ante la Xunta para que procediese a autorizar el cambio. Pero esta no lo hizo y, un año después, rechazaba también las alegaciones presentadas por la empresa. La firma decidió recurrir a los tribunales. Pero tampoco ahí ha tenido demasiada suerte.

El primero en echar por tierra sus aspiraciones fue el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. En sentencia de julio del 2008, explicaba que la Xunta optó en su día por poner en marcha una normativa de juego que incumplía el único casino que entonces operaba en Galicia, el de A Toxa. Por eso creó una disposición excepcional que permitió mantener abierto este salón. Ahora, los jueces entienden que esta disposición ha de tenerse en cuenta a la hora de autorizar su traslado. De hecho, el tribunal considera que, de acometerse el cambio de ubicación, sería preciso convocar un concurso público y que la petición de Cirsa es «contraria a la ley autonómica», explica la sentencia.

Recurso al Supremo

La decisión del Tribunal Superior no gustó a la empresa, que, poco después, presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Entendía que la sentencia era «incongruente y falta de motivación» y que los jueces no habían aplicado el reglamento de casinos. Pero tampoco el Supremo comparte los argumentos de la empresa.

El pasado 1 de marzo, el alto tribunal fallaba a favor de la Xunta y acababa con las aspiraciones de Cirsa de poder trasladar el casino a Vigo. En su sentencia, argumenta que el TSXG ha tenido en cuenta toda la jurisprudencia que existe al respecto y que, además, «examina de manera detenida la aplicación del reglamento estatal en interpretación conjunta con la ley gallega y llega a la conclusión de que es preciso la convocatoria de un concurso habida cuenta de la excepcionalidad del concreto supuesto de traslado que se trata». Es decir, que como en su día la normativa gallega de juego incluyó una excepcionalidad para el casino de A Toxa, de querer cambiar su ubicación debería convocarse primero un concurso público, y no otorgársele a Cirsa la nueva licencia sin más. Alega, además, que esta excepcionalidad impide aplicar a La Toja el «procedimiento ordinario de modificación de emplazamiento», por lo que sería preciso «un concurso competitivo para la autorización de un nuevo casino en Vigo».

Imposición de costas

La resolución del Supremo no solo es firme, pues contra ella «no cabe recurso ordinario alguno», sino que además obliga a Cirsa a asumir las costas judiciales derivadas de todo este proceso. La empresa se queda así sin la posibilidad de trasladar el emblemático casino de A Toxa a a la ciudad olívica. Un proyecto por el que lleva luchando desde que se hizo con esta instalación, en el año 95. La firma catalana alegaba que el cambio de ubicación era preciso para garantizar la rentabilidad del negocio. Pero su proyecto contó siempre con demasiados detractores. Primero, el Concello de O Grove, que ve en este recinto un atractivo turístico más. En segundo lugar, el resto de los municipios de la comarca de O Salnés, que hicieron frente común contra la empresa. Y, por último, el mismísimo Manuel Fraga. Fue en el año 2000 cuando el entonces presidente de la Xunta garantizó que su Gobierno no permitiría el traslado. Así ha sido.