¿Por qué no nacen niños?

GALICIA

28 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una vez más los datos estadísticos nos sitúan ante una tozuda realidad: la tasa de fecundidad en Galicia es menor que la media española y ni una ni la otra garantizan la renovación de generaciones. Además siguen siendo superiores las defunciones que los nacimientos, y así seguirá. Dicho de otro modo: tendrían que nacer el doble de niños para asegurar que los jóvenes de mañana serían tantos como los actuales, y aún más si quisiéramos que nuestra pirámide demográfica se reconstruyera, de manera que la población trabajadora y la que se incorpore en el futuro al mercado laboral garantizase el mantenimiento de las prestaciones. Parece que el diagnóstico demográfico es grave, y no olvidemos que las políticas europeas de jubilaciones y las pensiones están relacionadas con el aumento de la población mayor.

Con todo, en una coyuntura tan negativa como esta y pensando en Galicia podemos preguntarnos: ¿por qué no nacen más gallegos? La respuesta es múltiple y válida para casi todas las regiones españolas. En primer lugar, ¿para qué queremos más jóvenes si los que hay van a tener que emigrar?, o, ¿cómo vamos a tener más hijos si los ingresos disminuyen y las ayudas también?, y, ¿cómo voy a tener más hijos si la desorganización horaria imperante en España nos impide hacer compatible la vida laboral y la vida de familia?, ¿para qué voy a tener hijos si su futuro es cada vez más incierto y problemático? ¿A qué mundo los traigo?, o de otro modo: «Ahora que tengo trabajo quiero disfrutar e ir de viaje, más adelante ya los tendré», además «con lo complicado que es una plaza de guardería, con la losa de la hipoteca, con la amenaza del paro, con la incertidumbre del futuro de la pareja, ¿cómo voy a plantearme tener más hijos?». Esas, y otras parecidas, son las preguntas a las que habría que dar respuesta, tanto en el ámbito económico, como en el campo de los valores personales y sociales, como en el estilo de vida, como en muchos otros ámbitos. Solo si se remueven los obstáculos y los valores el número de hijos podría aumentar. Comprenderán que esto no se resuelve con uno de esos decretos que tanto gustan a los políticos, ni con las subvenciones al uso, al menos deberíamos tener una hoja de ruta. Ahora es tarde, pero mañana será peor.