Julia Abalde: «Me inspiran las relaciones humanas»

FUGAS

«Pretendientes». Proyecto Pattern. Galería Miscelánea, Barcelona, 2014
«Pretendientes». Proyecto Pattern. Galería Miscelánea, Barcelona, 2014

08 jun 2015 . Actualizado a las 14:15 h.

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona con postgrado en Ilustración Creativa y Comunicación Audiovisual en la Escuela Eina y una estancia en la MassArt de Boston, Julia Abalde (A Coruña, 1988) elige a Nathalie Parain como la mejor ilustradora de la historia, y entre los emergentes, al equipo de Los Bravú. www.juliabalde.blogspot.com / Instagram: @juliabalde.    

-¿Un comentario sobre tu trabajo que te haya gustado?

-Una amiga me dijo una vez que era natural y sincero. 

-¿Qué es lo que te inspira?

-Lo que veo por la calle, las tiendas de toda la vida, los objetos sencillos y cotidianos, las frutas y las verduras... y sobre todo, las relaciones que establecemos los unos con los otros, y con nosotros mismos.

-¿Sufres o gozas al trabajar?

-Lo paso muy bien teniendo ideas y dibujando en mi libreta, pero cuando tengo que encontrar una solución final para enseñar a otros... ¡empiezan las preocupaciones!

-¿Un ilustrador emergente al que seguirle la pista?

-Es fantástico el trabajo de Los Bravú, unos geniales dibujantes de cómic de las Rías Baixas.

-¿Cuál es tu ilustrador favorito de la historia?

-Nathalie Parain, una ilustradora infantil rusa de principios del siglo XX. Adoro su estilo sencillo y geométrico, y los juegos que propone a partir de sus dibujos.  

-¿Qué es para ti la ilustración?

-La comunicación a través de imágenes. A veces es más conceptual, otras veces más narrativa, y otras más evocadora, pero me gusta que haya un contenido más allá de la forma.

-¿Una canción que te inspire?

-Milonga de aquí, de la cantante gallega Sés.

-¿Qué es lo que menos te gusta de ser ilustradora?

-Es un camino largo, y estás sola contigo misma. No siempre encuentras señales de que lo estás haciendo bien, así que tienes que aprender a confiar en ti misma y darte permiso para equivocarte.