La artista suiza imparte un curso de bolillos con materiales innovadores en A Cabana
03 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Oro, plata, papel, fibra de vidrio, crin de caballo... Mira Fidanza lleva desde 1998 experimentando en el ámbito del encaje con bolillos. Esta suiza, procedente de Locarno, empezó utilizando las técnicas más tradicionales y su innovación la ha catapultado a que diseñadores de alta moda italianos, alemanes y hasta españoles quieran sus diseños. Ahora, recorre «medio mundo» con la técnica del encaje genéticamente modificado -consistente en utilizar materiales muy distintos a los tradicionales- dándose a conocer en muestras internacionales y en talleres como el que imparte estos días en la Asociación de Vecinos de A Cabana, en Ferrol.
«Nunca me ha gustado quedarme estancada. Mi imaginación quiso ir más allá y en un acto espontáneo empecé a probar con materiales nuevos que me podían dar resultados muy creativos», explica Mira Fidanza, cuyos trabajos están muy enfocados a la moda. Desde chales con colores y picados -patrones- muy variados, hasta tocados, bolsos y joyas. «Mis diseños son siempre exclusivos. No me gusta repetirme y siempre estoy con la imaginación pensando cosas nuevas», confiesa la artista. Desde hace años enseña a jóvenes en una escuela de diseño de Locarno, donde les explica todo el proceso de creación, la invención del propio boceto, la selección de los materiales adecuados y su propia elaboración y resultado final. «En Suiza esto ya está considerado arte. Ha dejado de ser artesanía para convertirse en algo propio de las vanguardias», relata.
Las alumnas que asisten al curso en A Cabana están de acuerdo en que «es una vía de salirse de los patrones establecidos y demostrar que el encaje no se trata de un ámbito encasillado, sino algo adaptable al siglo XXI». En total, diez mujeres procedentes de As Pontes, Santiago de Compostela, Fene, Neda, Ferrol... que tienen un nivel avanzado de encaje, muchas son profesoras, pero que han decidido acudir al taller para aprender una técnica nueva que no es común en Galicia. Y, aunque para la mayoría de ellas es la primera vez que asisten a una clase de Fidanza, otras como Marieta Salgado y Carmelo Cagiao son seguidoras de la artista y ya han acudido a sus talleres hasta tres veces. «Es una maravilla. Una forma mucho más divertida de hacer encaje pero que además te abre las puertas a muchísimas posibilidades», afirman estas dos alumnas.
La profesora viene de estar en en Xuño, Porto do Son, y ya ha sido invitada en otras ocasiones a Galicia. En concreto, a la conocida feria internacional de Camariñas donde ha participado durante seis años exhibiendo sus trabajos. Además, también ha visitado recientemente la muestra internacional de Peniche, Portugal. Y, aunque son muchos los sitios a los que acude mostrando sus trabajos, lo que realmente le gusta a esta suiza es enseñar. «Para mí es muy importante ofrecer a otras personas lo que he aprendido yo como una forma de dejarlo en herencia y que permanezca», dice Fianza, que ya lleva 15 años transmitiendo sus conocimientos a otros principiantes y expertos del ámbito. «Es un estilo de vida, nada de trabajo. Se trata de mucho más que eso. Imaginación y creación», añade.
Es la primera vez que en la Asociación de A Cabana se imparte un taller de alguien tan internacional como esta artista. La oportunidad ha llegado de la mano de la Asociación Cultural «Camiño da Artesanía» de Ferrol, que realiza todo tipo de artesanía y que a espera de tener su propio local han decidido organizar la iniciativa en la Asociación de Vecinos de A Cabana. El próximo 12 de agosto otro nuevo taller de la mano de Eugenia Domínguez tendrá lugar en el local. De esta vez, Miyuki, una novedosa técnica japonesa con la que se busca, de nuevo, innovar.