La austeridad marca el acto entre Navantia y la Marina
12 nov 2013 . Actualizado a las 16:41 h.La Armada ha recibido este mediodía por parte de Navantia de manera definitiva la F-105, la última fragata de la serie F-100.
Como ya sucedió en la entrega provisional, el acto de rúbrica de documentación y actas entre las partes estuvo marcado por la austeridad y se oficializó a puerta cerrada, algo que no había sucedido con las predecesoras de la Cristóbal Colón. Los ajustes presupuestarios en Defensa, no obstante, abocan a que ahora este tipo de ceremonias se hagan sin apenas invitados.
Tal y como publicó La Voz el pasado 20 de agosto, en esos momentos el Ministerio de Defensa ya tenía programado que la recepción definitiva del barco tuviese lugar a mediados de este mes.
Algo más de un año
La entrega provisional a la Marina de la fragata por parte de Navantia fue el 23 de octubre del pasado ejercicio. De este modo, ha pasado algo más de un año entre uno y otro hito.
Cabe recordar que la fabricación de la F-105 -la última de su serie, descartada ya la fabricación de la F-106- requirió una inversión de alrededor de 700 millones de euros. Es la más avanzada de las F-100 tanto en capacidad como en tecnología.
Tiene una dotación de 234 personas, una eslora (largo) de 133 metros y puede desplazar 6.401 toneladas a plena carga.
Las próximas fragatas que se construirán para la Armada serán las de la nueva serie F-110, llamadas a sustituir de forma progresiva a las F-80, con base en Rota. Aunque la construcción de estos buque es una de las prioridades en las líneas estratégicas de la Marina marcadas en el 2012, no hay un horizonte temporal para que se pueda iniciar el encargo, que redundaría en carga de trabajo para los astilleros públicos.
Por el momento, la misión real más inmediata que se ha asignado a la Cristóbal Colón comenzará en marzo del próximo ejercicio, ya que relevará a la F-101 como buque de mando de la flota de la OTAN SNMG-2. Operará durante cuatro meses en el Índico dentro de la operación contra la piratería denominada Ocean Shield.
Antes de incorporarse a este dispositivo tendrá que realizar adiestramientos específicos y lograr la calificación operativa internacional que le permita abordar la tarea.