«Ahora ya no se sabe si estamos ante la fábrica o el Obradoiro»

Rocío Pita Parada
rocío pita parada FERROL / LA VOZ

FERROL

El abogado afirma que nunca se recibieron propuestas de conservación

27 ene 2012 . Actualizado a las 12:43 h.

El abogado Ramón García Seara (Santiago, 1966) es la voz de Jerpu, la promotora inmobiliaria propietaria de la Fábrica de Lápices. Tras una semana de trabajos de derribo y de protestas desde distintos ámbitos quiere ahora que se oiga su versión.

-Todo este tiempo la propiedad ha mantenido silencio. ¿Por qué habla ahora?

-Porque entendemos que es tremendamente abusiva la situación que se está produciendo en la que cualquiera puede decir cualquier cosa de manera irresponsable y gratuita. Parece una carrera por ver quién hace una mayor defensa de los restos de la fábrica, a ver quién es el más contundente, el más brusco o dice la mayor sandez.

-¿No tiene ningún valor lo que queda de la Fábrica?

- El valor que puede tener de hoy es prácticamente inexistente. Esta fábrica sufre aluminosis, fue hecha con áridos marinos, el acero es dulce y de baja calidad y prácticamente se deshacen muchos elementos constructivos. Ya en el 2002 el Ayuntamiento nos requirió para proceder al derribo de la chimenea. En 2004 se ordenó la retirada de elementos por peligro para los viandantes. Y en el 2006 Jerpu presenta el proyecto de demolición. Es absurdo decir con qué rapidez se le ha dado licencia. Han pasado seis años.

-¿Por qué no se ha accedido a conservar algunos elementos?

-La propiedad nunca recibió ninguna propuesta concreta de absolutamente nada. A la empresa nadie se ha dirigido. Y dirigirse ahora, cuando la fábrica está cayéndose, es una irresponsabilidad. Si la fábrica tiene ese valor, tenía que haber sido conservado hace quince o veinte años. ¿Cómo es posible que desde 1987 nadie se haya dirigido a Jerpu con una propuesta concreta para proteger algo? ¿Dónde estaba toda esa gente que habla ahora? ¿Quién se ha interesado realmente por Fábrica de Lápices? Nadie. Siempre fue objeto de canje político entre los grupos y nunca se decidió ninguno a llamar a la propiedad y proponerle algo serio.

-¿Cuál es el sentimiento del propietario por todo lo que rodea a la demolición de la fábrica?

-De absoluta sorpresa. Es un problema que nunca antes había existido, y ahora resulta que ya no sabemos si estamos ante la Fábrica de Lápices o ante la fachada del Obradoiro. No discutimos el valor, porque no somos quién para hacerlo. El problema es que fue construida después de la Guerra Civil, en una época de mucha pobreza y los materiales no tienen nada que ver con lo que hay ahora. De ahí los problemas que tiene y que se esté cayendo.

-¿Tienen la sensación de ser el enemigo en este momento en Ferrol?

-No, no creo que seamos el enemigo en Ferrol. Esto tiene dos niveles. Uno es el político, que instrumentaliza la fábrica, y el otro es el popular. Ese edificio, lleno de ratas y que es una inmundicia... Creo que la gente que allí vive está contenta de que por fin se acabe eso. Pero a nivel político es algo muy cómodo, para intentar hacer de esto un problema de desgaste entre partidos. Y la propiedad siempre mirando, sin poder hacer nada. El único recurso que tenemos son las acciones judiciales, que son muy lentas.

ramón garcía seara portavoz de jerpu, propietaria de la antigua hispania

«Si tiene ese valor, debía haber sido conservada hace quince años. Hoy es imposible»