Rajoy: «No existe alternativa viable»

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

benito ordoñez

El candidato popular se presenta como la única opción de formar el Gobierno estable y fuerte que España necesita con urgencia, y emplea un tono conciliador con Pedro Sánchez

31 ago 2016 . Actualizado a las 08:36 h.

Mariano Rajoy acudió ayer al Congreso convencido de que se encamina a una investidura fallida. Sabe que tendrá que aguardar a las elecciones gallegas y vascas del 25 de septiembre para ver si es posible que cambie el escenario. A la espera de que eso suceda, el candidato popular se presentó como el único aspirante a la presidencia capaz garantizar el Gobierno estable, moderado y fuerte que España necesita con urgencia, frente al que solo habría una alternativa caótica e inviable.

En su discurso empleó un tono conciliador y sin descalificaciones a Pedro Sánchez, al que ofreció pactos sobre educación, pensiones, financiación autonómica, unidad territorial o violencia machista. Pero no hizo ningún llamamiento directo al líder socialista ni al PSOE para que cambien su no por una abstención. Solo una apelación genérica a la responsabilidad, al consenso, a «anteponer el interés de todos al interés particular» para permitir que España tenga Gobierno en un situación que calificó de «grave» y «excepcional». El dardo llegó en forma de preguntas: «¿Alguien aquí está pensando en convocar nuevamente a los españoles a las urnas? ¿Y cuántas veces estaría dispuesto a hacerlo?». «No hay mayor daño a la democracia» que tener que ir a otras elecciones, dijo.

Rajoy entró en materia al iniciar su intervención enunciando las tres razones por las que considera que debe obtener la confianza de la Cámara: «España necesita un Gobierno con urgencia; los españoles han señalado con claridad su preferencia por PP y no existe una alternativa viable». A continuación, procedió a desarrollarlas. Destacó que la economía española va bien, con un crecimiento que dobla el de la zona euro y la creación de medio millón de empleos al año. Pero advirtió: «Todo tiene un límite y esto puede cambiar». Si España sigue sin un Gobierno pleno, «las cosas se podrían torcer y evolucionar a peor». Además, resaltó que es urgente tomar medidas contra el déficit para cumplir con Bruselas y aprobar los Presupuestos, de los que advirtió dependen las prestaciones públicas a 14 millones de personas, los presupuestos de las autonomías y, por tanto, los servicios sociales o las inversiones.

El líder del PP advirtió de las consecuencias «de extrema gravedad» que tendría alargar la situación de interinidad, entre las que citó posibles sanciones de Bruselas, pérdida de importantes fuentes de financiación europeas y menoscabo de la credibilidad ganada. «No sería justo nublar ese horizonte de prosperidad o malograr la recuperación en marcha por culpa de la parálisis política», advirtió.

Explicó que los españoles, con su votos en dos ocasiones y también según lo que expresan en las encuestas, le han legitimado para formar un Gobierno, que debe ser «estable, duradero, sólido y tranquilizador» y también «fuerte». Al que, además, no hay una alternativa razonable y moderada «que no sea una aventura de radicalismo, ineficacia e incertidumbre», un «Gobierno de mil colores, radical e ineficaz», que estaría «hipotecado por las exigencias de partidos cuyo principal objetivo es desafiar a nuestras instituciones democráticas y romper nuestra unidad territorial». Una advertencia a Sánchez y los barones a no traspasar esa línea roja.

Alegato por la unidad de España

Pero advirtió que no vale cualquier Gobierno, sino uno que cuente con acuerdos suficientes para afrontar los retos a los que se enfrenta España. Dicho de otro modo, no basta con superar la investidura, sino que se precisa un pacto de gobierno, una alusión directa a Ciudadanos, que se resiste a dar ese paso. Dedicó menos de dos minutos a la corrupción, que dijo ahora se persigue más que nunca gracias a las medidas de su Gobierno. Sí se extendió sobre el desafío independentista catalán, «una amenaza explícita contra su unidad territorial, contra la igualdad de los españoles y su convivencia». Y añadió: «Nuestra primera obligación es preservar la soberanía nacional y, con ella, la unidad de España». Un duro alegato por la unidad de España que utilizó como otro de los argumentos fundamentales para justificar la necesidad de un Gobierno estable y emplazar a Sánchez a cerrar filas ante el «reto más grave que tiene planteado España».

Ciscar, del PSOE, y Piriz, del PP, nuevos diputados

Dos nuevos diputados tomaron ayer posesión de sus escaños en el Congreso, justo al comienzo de la sesión de investidura de Mariano Rajoy. Uno de ellos es el veterano socialista valenciano Ciprià Ciscar, ex secretario de Organización del PSOE, que vuelve al Congreso relevando a María Such. También juró su cargo Víctor Valentín Piriz Maya, del PP, que sustituye al fallecido Alejandro Ramírez del Molino.