Los papeles que Viloca intentó destruir revelan pagos de más de 600.000 euros a Convergència
ESPAÑA
En las anotaciones aparecen comisiones de hasta el 7 % de las obras. Todas las mordidas se produjeron días antes de las adjudicaciones y el dinero siempre terminó en la fundación de Convergència
27 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado 28 de agosto, durante la segunda fase de la operación Petrum, Andreu Viloca, el tesorero de Convergència y de su fundación, CatDem, se apresuró a destruir en la trituradora que tenía en su despacho ocho páginas llenas de anotaciones. No eran unos papeles más, eran páginas de sus agendas. La parte referidas a los meses entre el 2009 y el 2012 donde había anotado las reuniones que había mantenido con siete empresarios y en la que estos le habían entregado un total de 619.000 euros como pago de las adjudicaciones de la Generalitat de Cataluña.
Según informaron fuentes de la investigación, en aquellos documentos reconstruidos durante semanas por los servicios de Criminalística de la Guardia Civil, Viloca anotó los detalles de sus reuniones con los directivos, todos ellos detenidos la pasada semana, de las empresas de Rogasa, Soler, TEC4, Urbaser, Teyco, Copisa y Opeler. En las anotaciones aparecen comisiones de hasta el 7 % de las obras. Todas las mordidas, explicaron estas mismas fuentes, se produjeron fechas antes de las adjudicaciones (o incluso el mismo día del anuncio de la licitación) y el dinero siempre terminó en la fundación de Convergència.
De las páginas que el extesorero intentó destruir se infiere que era el propio Viloca el que se encargaba de pactar las comisiones -que iban hasta 145.000 euros por una sola adjudicación- con los empresarios en comidas y reuniones en las fechas previas a las licitaciones. Los ya conocidos como papeles de la trituradora son hasta el momento la prueba de cargo de la financiación irregular de Convergència en la operación Petrum, pero podría no ser la única.
Hoy, el juzgado de Instrucción número 1 de El Vendrell (Tarragona) procederá a la apertura de la caja fuerte y los dos maletines que un allegado de Antoni Rosell, director general de Infraestructuras de la Generalitat, entregó a los investigadores, asegurando que el propio Rosell, también detenido e imputado en este sumario, se los había hecho llegar poco después de las redadas del pasado 28 de agosto. La defensa de Rosell, reclamó ayer que no se practique la diligencia, al entender que no se ha respetado la cadena de custodia de esos objetos.