El conductor del autobús accidentado en Francia comparecerá ante el juez

Efe

ESPAÑA

En el autocar viajaban 53 estudiantes vascos, dos conductores y cuatro acompañantes. Las pruebas de alcoholemia y estupefaccientes dieron negativas

27 jul 2015 . Actualizado a las 14:05 h.

Un autobús universitario con 59 pasajeros que viajaba de Bilbao a Amsterdam sufrió esta madrugada un accidente a las afueras de Lille (norte de Francia), dejando un balance provisional de seis personas en estado grave y otras quince con heridas leves.

A estas horas, 18 siguen hospitalizados. Uno de los heridos graves se encuentra en estado crítico. Entre los heridos leves hay personas con fracturas de nariz, de clavícula, luxaciones de espalda, hematomas y otras heridas.

El accidente, en el que iban 53 estudiantes vascos, dos conductores y cuatro acompañantes, ha ocurrido a las cinco y media de la mañana cuando el autobús ha quedado «decapitado» e incrustado en mitad de un túnel demasiado bajo.

Tras el accidente, fueron ingresados en el centro hospitalario de Lille 35 personas, de las que 17 ya han sido dadas de alta, mientras el resto de viajeros están siendo atendido en un polideportivo local por un equipo multidisciplinar de apoyo psicológico para evitar que desarrollen estrés postraumático.

«Han llamado a las familias, se les ha dado de comer y de beber, algunos están jugando al fútbol para distraerse. Su prioridad es hablar con la familia, tener noticias de sus compañeros y volver a España», señalaron efectivos del dispositivo médico.

El fiscal de Lille, Frédéric Fèvre, señaló a la agencia AFP que se abrirá una investigación penal contra el conductor del autobus por «heridas involuntarias» y se prevé que este lunes acuda ante el juez para hacer frente a una posible imputación.

Las pruebas de alcoholemia y de estupefacientes que se le realizaron al conductor dieron negativo según precisó el fiscal, que además añadió que habían procedido a requisar el tacógrafo del vehículo.

El bus quedó «decapitado» e incrustado 

El vehículo, de una planta, quedó «decapitado» e incrustado en mitad un túnel demasiado bajo, de solo 2,60 metros de altura en un golpe «extremadamente violento» que provocó una escena de «caos apocalíptica», explicó a Efe el psiquiatra que dirige la célula de atención médico-psicológica, François Ducrocq.

«Podría haber sido muchísimo más grave. Les ha salvado que estaban dormidos, reclinados, y que su cabeza no sobresalía de los asientos», añadió el doctor, que no pudo detallar la fecha de regreso de los pasajeros.

El chófer, que no dio positivo en el control de alcoholemia, lo mismo que el conductor suplente, fue interrogado por la Policía para intentar esclarecer las circunstancias del siniestro.

El servicio diplomático español informó a Efe del envío de una delegación consular de urgencia desde París «con la intención de atender a víctimas, familiares y autoridades».

Por su parte, el presidente del consejo departamental de Lille, Jean-René Lecerf, indicó a Efe que la zona donde se produjo el siniestro cumplía con la normativa pero carecía de medidas de seguridad suficientes.

Avisos de la altura del puente

El representante local señaló que todos los avisos exigidos por el código vial estaban presentes, pero que faltaba un dispositivo adicional y no obligatorio, una especie de pórtico con láminas metálicas colocado 150 metros antes del túnel, que impacta contra el vehículo que supera la altura máxima y le alerta para frenarlo.

Se trata de una zona, añadió, en cuyos «minitúneles» ya se habían registrado accidentes similares, como el de una camioneta el pasado junio, cuyo conductor no vio los paneles que indican la altura máxima permitida en el paso.

Según el diario local La voix du Nord, el vehículo transportaba estudiantes de Bilbao, San Sebastián y Vitoria.

Unos 30 bomberos de Lille y sus alrededores y 17 efectivos de asistencia médica urgente del SAMU 59 han colaborado en las labores de rescate, detalló el hospital universitario de Lille.