Bárcenas se pegó con el gerente antes de forzar su marcha del PP

Antonio Montilla MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Se sintió traicionado por Páez por puentearlo al despachar con Cospedal

27 ago 2013 . Actualizado a las 14:18 h.

Gritos, amenazas y empujones. Este fue el epílogo de la relación entre Luis Bárcenasy Cristóbal Páez, quien durante seis años fue el hombre de confianza del extesorero en el área económica del PP, hasta el punto de nombrarlo gerente del partido en el 2008. Incluso llegaron a la manos en marzo del 2010, semanas antes de que comenzara a pergeñarse la salida de ambos del PP, según desvelan fuentes del partido presentes en la discusión que tuvo lugar en la sexta planta de la sede nacional del PP, en el número 13 de la madrileña calle de Génova, donde ambos tenían despachos contiguos.

No era la primera vez. Bárcenas y Páez se habían enzarzado con anterioridad en más de una discusión altisonante. «Era vox pópuli en toda la casa (como los trabajadores del PP llaman coloquialmente a las instalaciones de la calle Génova) que las relaciones entre los dos se habían tornado imposibles, lo que extrañaba mucho porque llegaron a ser uña y carne», comenta un ex alto cargo popular. Es más, el extesorero tuvo que calmar los ánimos en varias ocasiones entre los empleados del PP, que se quejaron de los modos de Páez, mucho más «autoritario y casi hiriente» que Bárcenas a la hora de comunicar decisiones laborales como el despido o el traslado de personal administrativo.

Hasta en eso cambió el gerente. En una comunicación interna que envió a toda la plantilla de la sede nacional del partido a modo de despedida, el 30 de junio del 2010, intentó explicar que su forma de actuar obedeció en todo momento a un intento de cumplir de manera «escrupulosa» con la legalidad. Una imagen muy alejada de la de hombre «altivo», como lo recuerdan otros.

Falta de química entre De Cospedal y Bárcenas

La falta de química entre María Dolores de Cospedal y Bárcenas y, sobre todo, la imputación inicial del extesorero en el caso Gürtel, en junio del 2009, propiciaron que Páez comenzase a despachar sin intermediarios con Cospedal e, incluso con Rajoy. Dos circunstancias que irritaron de manera notoria a Bárcenas, que se sintió traicionado por su delfín. Tal fue la inquina y el distanciamiento que Bárcenas puso como una de sus condiciones irrenunciables para su marcha que el propio Páez abandonase el partido.

El extesorero se enteraría más tarde que, tal como informó ayer el diario El Mundo, Páez llegó a cobrar una indemnización mucho mayor que la suya. El gerente, que estuvo seis años en la nómina del PP, percibió 350.000 euros «por una extinción laboral convenida», mientras que Bárcenas, con casi 30 años trabajando para la dirección popular, solo obtuvo 256.000 euros, aunque es cierto que reclama más de 800.000 en el conflicto por despido improcedente que tiene planteado en un tribunal de Madrid. Páez, que reside actualmente en Argentina, intentó el pasado 12 de agosto no agraviar a Bárcenas durante su declaración como testigo ante el juez Pablo Ruz. De hecho, llegó a reconocer dos pagos en negro por importe de 12.000 euros, con lo que parcialmente respaldaba la tesis de su exjefe sobre la existencia de una doble contabilidad en la formación popular. Una revelación que sorprendió hasta la propia Cospedal que, según fuentes jurídicas presente en su declaración, habría constatado que Páez le confesó en varias ocasiones su enfrentamiento con Bárcenas.

Otras fuentes del PP recuerdan como Páez mostró a alguno de sus colaboradores más allegados correos electrónicos de Bárcenas en los que le amenazaba directamente.