El ribeirense Manuel Ageitos lleva más de una década como autónomo. Cuenta que prácticamente toda su vida laboral ha estado ligada al trabajo por cuenta propia, así que sabe bien de lo que habla cuando le piden su opinión sobre las condiciones que deben afrontar quienes, como él, son sus propios jefes.
Y, quizá de forma inconsciente, lo primero que sale de su boca son los aspectos negativos: «O chiste de que hai que analizar o sangue dos autónomos porque non enferman é certo. Como non teñas un seguro privado e teñas a desgraza de ter que coller unha baixa estás moi amolado». Y echa cuentas: «Se a baixa non é por un accidente laboral, pasas a cobrar o 60 % da cotización, e de aí réstanche a cota da Seguridade Social, co cal acabas gañando ao final 200 euros e así é difícil vivir».
Está al tanto de los cambios que se avecinan, y también de las propuestas realizadas para tratar de mejorar la situación de los autónomos, al menos en caso de baja, perdonándoles la cuota si se ven obligados a cerrar el negocio, pero, de momento, esto no se ha recogido. «O bo que ten é que se o negocio vai ben, gañas cartos, pero se tes que pechar non tes dereito a nada», añade.
Otro aspecto que valora positivamente es el del tiempo: «É certo que tes máis liberdade para organizarte e dispor do teu tempo».