La familia Luksic, la mayor fortuna de Chile, compra el 3 % del Banco Popular

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

El ladrillo sangra las cuentas de la entidad, que perdió 137 millones de enero a marzo

06 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El indigesto ladrillo sigue pasándoles factura a las cuentas del Banco Popular, como este viernes revelaron los resultados del primer trimestre del año, que arrojaron unas pérdidas de 137 millones, precisamente por los casi 500 millones que tuvieron que destinarse a provisiones inmobiliarias. Pero durante la presentación de las cifras, en la que Ignacio Sánchez-Asiaín se estrenaba como consejero delegado de la entidad, el ejecutivo desdramatizó el futuro del banco, pese a la difícil situación que atraviesa. Se mostró optimista sobre la posibilidad de que vuelva a dar beneficios a finales de año -si no son precisas nuevas provisiones-, descartó tanto una posible ampliación de capital en el horizonte como negociaciones «serias» con otras entidades de cara a una fusión -las dos salidas que el presidente, Emilio Saracho, planteó para el banco hace menos de un mes- e insistió en que la prioridad ahora es «volver a generar confianza y credibilidad en el mercado».

Y ese último objetivo acaba de recibir un refuerzo positivo, ya que, según consta en los registros de la CNMV, en los últimos días ha entrado un nuevo accionista de referencia en el capital del banco: la mayor fortuna de Chile y una de las principales de Latinoamérica (Forbes la sitúa entre las 200 mayores del mundo, con 4.200 millones de dólares), la familia Luksic, que se ha hecho con el 3 % de la entidad, equivalente a 126,5 millones de títulos, a través de Vallum Foundation.

Sexto mayor accionista

El grupo Luksic -de origen croata, fundado a principios de los años cincuenta por Andrónico Luksic Craig- también es el principal accionista de la compañía minera Antofagasta, además de controlar el 50 % del Banco de Chile a través de Aeris Invest Sàrl, entre otras participaciones en sociedades de transporte, industria y alimentación. Ahora se ha convertido en el sexto mayor accionista del Popular, ya que el 3,014 % que posee de la entidad solo lo superan la Sindicatura (9,8 %), el grupo mexicano Del Valle (4,25 %), BlackRock y Crédit Mutuel (ambos con un 4 %) y Allianz (3,5 %).

El mercado, a cuya confianza apelaba ayer Sánchez-Asiaín, acogió con euforia la sucesión de noticias y la acción del Popular cerró la sesión disparándose casi un 9 % (8,85 %, concretamente) y liderando las subidas del Ibex 35, que rebasó los 11.000 puntos.

Los títulos del banco que preside Saracho abrieron en 0,65 euros y cerraron diez céntimos más caros después de que trascendiera la entrada de los Luksic en el capital y de que el consejero delegado de la entidad alejara, por el momento, la posibilidad de una nueva macroampliación de capital. «No estamos preparando ninguna ampliación, aunque hay mucho inversor que se acerca a nosotros preguntando por ello», debido al mayor apetito del mercado por el sector, dijo. Para matizar luego que hacer o no la ampliación dependerá del análisis de los 40.000 activos improductivos que ahora está realizando el banco y de las necesidades de provisiones que desvele. De hacerla finalmente, sí consideró que debería ir únicamente a inversores institucionales, después de lo ocurrido con la del pasado junio.

El Pastor recibe 9.925 reclamaciones por las cláusulas suelo

Sánchez-Asiaín también confirmó durante la presentación de resultados del primer trimestre que el banco ha recibido hasta la fecha 65.000 reclamaciones de clientes por las cláusulas suelo. De ellas, prácticamente 10.000 se han registrado en Galicia, contra el Pastor, confirmó la entidad.

El primer ejecutivo, sin embargo, no concretó cuántas de las reclamaciones recibidas han sido tramitadas ni en qué sentido resueltas, aunque sí que se están analizando una a una. «Estamos en proceso de estudiarlas y tratar de llegar a un acuerdo con los clientes con total normalidad», se limitó a indicar.

El volumen de reclamaciones recibidas supone algo más de la mitad de las 120.000 personas que el banco estimaba afectadas por las polémicas cláusulas que limitaban la bajada de los tipos de interés. El Popular, que en diciembre del pasado año, tras conocerse la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la retroactividad total de las cláusulas suelo, cifró en unos 334 millones el impacto de las devoluciones, luego lo rebajó a menos de 230.

Luz verde a las ventas

Sánchez-Asiaín también confirmó que la entidad se desprenderá de activos y filiales no estratégicos. De hecho, el pasado martes se comunicó a la CNMV la venta a Abanca de la antigua financiera del Pastor por 39 millones de euros (6,7 millones de plusvalías) y a esa operación la seguirán otras, pero solo «al precio adecuado» y si compensa la merma de ingresos. Es decir, sin prisa, lo que supone suavizar el discurso de Saracho ante la junta de accionistas.

Confirmó, por ejemplo, la intención de deshacerse de su participación (el 49 %) en WiZink, dedicada a las tarjetas de crédito, o de la filial estadounidense Total Bank: «WiZink es un negocio interesante y atractivo. Dicho eso, al precio adecuado, estaríamos dispuestos a venderlo».