Competencia rebaja 700.000 euros una multa por pactar precios a la gallega Misturas

r. s. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La sanción que entonces impuso el regulador a la firma gallega superaba los 1,6 millones de euros

25 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha decidido rebajar la multa que impuso en el 2011 a la constructora ourensana Misturas Obras e Proxectos, dentro de un procedimiento abierto a otras empresas del sector -casi medio centenar- por pactar precios en las adjudicaciones de obras públicas de mantenimiento y reparación de viales.

La sanción que entonces impuso el regulador a la firma gallega superaba los 1,6 millones de euros, según se dio a conocer entonces, pero Misturas decidió recurrir en un procedimiento que, según desvela un informe de Competencia, terminó llegando al Supremo. Ahí, el alto tribunal ha decidido que se debe proceder a una retasación de la multa porque entiende que no se ajustaba a los parámetros adecuados. Solicitó que se revisara, a instancias de la compañía, atendiendo a su nivel de facturación del año 2010 (justo antes de imponer la primera sanción), su cuota de mercado, el impacto que su conducta tuvo para el interés general y el período en el que duró esa práctica.

El informe final del organismo que preside José María Marín Quemada, fechado el 7 de julio, deja la sanción final en 964.000 euros, es decir, casi 700.000 menos de lo que inicialmente contemplaba ese organismo. La multa, en todo caso, vuelve a ser recurrible, presentando un incidente de ejecución de sentencia. La resolución tuvo, no obstante, un voto particular -al que se adhirió luego otro ponente- del consejero Benigno Valdés, que valoraba la dificultad de poner una sanción concreta, y abogaba, tras una serie de cálculos, en recortarla hasta los 450.000 euros.

Competencia investigó durante más de un año a las empresas multadas en el 2011, y terminó considerando que se habían cometido infracciones muy graves. Según su investigación, las compañías sancionadas pactaban rebajas en los concursos públicos para rehabilitar carreteras y el adjudicatario posteriormente repartía entre los demás una parte del dinero ahorrado con esa práctica. En la operación se llegaba a incrementar hasta un 24 % el precio que acababan pagando las Administraciones públicas, justo la diferencia entre las rebajas normales sobre las licitaciones oficiales y las que en realidad se hacían.