Habrá diez días de plazo para justificar el no ir a la revisión sin perder la prestación
22 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La nueva regulación aprobada el pasado viernes por el Gobierno para aumentar el control sobre las bajas laborales y minimizar el absentismo entrará en vigor el próximo mes de septiembre. Concretamente lo hará el 22 de ese mes, tal y como se recoge en el texto del decreto publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La normativa aumenta las competencias de las mutuas en lo que respecta al control de las bajas laborales de los trabajadores, ya que estas entidades privadas podrán seguir desde el primer día la incapacidad temporal del paciente -hasta ahora el seguimiento en los primeros quince días era exclusivo del médico de atención primaria- y, en caso de considerar que está en condiciones de incorporarse al trabajo, podrán emitir un informe en ese sentido al facultativo. Lo que no cambia es que será el médico del servicio público de salud, o en su defecto, la inspección, quien decidirá si atiende o no la decisión -debidamente motivada- de la mutua. Los pacientes tienen diez días para fundamentar su disconformidad con el alta recibida.
Corrección de plazo
En el decreto recogido en el BOE se corrige lo anunciado el viernes desde el Ministerio de Empleo, ya que serán diez y no cuatro días el plazo del que dispondrá un trabajador de baja para justificar el no haberse personado en una revisión, bien sea esta fijada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el Instituto Social de la Marina (ISM) o la mutua. Si en dicho plazo justifica debidamente los motivos de su ausencia no perderá la prestación que desde la fecha de la incomparecencia se le habrá suspendido cautelarmente.
Asimismo, el decreto establece que las citaciones a los trabajadores de baja laboral para acudir a las revisiones deberán hacerse siempre con un margen mínimo de cuatro días.