El banco malo se llamará SAREB y tendrá hasta 90.000 millones de euros en activos

Efe

ECONOMÍA

El Gobierno quiere aprobar el 16 de noviembre el real decreto que desarrolla la creación de la entidad

17 oct 2012 . Actualizado a las 21:03 h.

El banco malo ya es casi una realidad. El Gobierno quiere aprobar el viernes 16 de noviembre el real decreto que desarrolla la creación del banco malo, que se llamará SAREB y tendrá hasta 90.000 millones de euros en activos, según ha informado una fuente del Ministerio de Economía.

El objetivo es que el Consejo de Ministros de mediados de noviembre apruebe la norma que desarrolla la creación de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), que se publicaría al día siguiente para entrar en vigor el lunes 19 de noviembre.

Para cumplir con ese calendario y conseguir que la sociedad comience a operar en diciembre, el Ministerio de Economía ha elevado a consulta pública y hasta el próximo 25 de octubre el proyecto del real decreto. La SAREB será una sociedad anónima que podrá tener como accionistas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a bancos, aseguradoras, fondos de inversión y de capital riesgo.

El banco malo asumirá bienes inmuebles de las entidades financieras con un valor superior a 100.000 euros, los créditos al sector promotor, inmobiliario y de construcción superiores a 250.000 euros por prestatario, así como participaciones de la banca en inmobiliarias. Con todo ello y teniendo en cuenta el descuento al que se transfieran los activos al banco malo, la sociedad podría tener entre 85.000 y 90.000 millones de euros en activos. Además, la sociedad tendrá un consejo de administración con un mínimo de 5 miembros y un máximo de 15, de los que un tercio tendrán que ser independientes.

La sociedad de gestión de activos problemáticos de la banca, es decir, el denominado banco malo, tiene prevista su entrada en funcionamiento el 1 de diciembre, con la misión de adquirir los activos inmobiliarios de las entidades problemáticas «a precio real de mercado». Esto supondrá una devaluación que el ministro de Economía, Luis de Guindos, calificó de «importante, respecto al valor que le han estado otorgando hasta ahora las entidades en sus balances». Esa rebaja podría ser de hasta un 80 % en el precio del suelo y, en la vivienda terminada, un 40 %.