Bolivia sigue los pasos de Argentina y expropia la filial de Red Eléctrica

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN/LA VOZ

ECONOMÍA

STR / Efe

El Ejército y la empresa estatal de energía ENDE toman la firma por no invertir lo suficiente

02 may 2012 . Actualizado a las 10:07 h.

«Todo el edificio está ocupado por el Ejército, pero no ha habido tiros. Han entrado sindicalistas y ahí fuera hay gente con banderas del país». Las palabras nerviosas de un trabajador de guardia de Transportadora de Electricidad (TDE), filial de Red Eléctrica Española (REE) en Bolivia, relataban a La Voz la situación en la sede de la firma de capital cien por cien español, veinte minutos después de que el presidente boliviano Evo Morales ordenara la nacionalización de la empresa y la ocupación militar de la sede situada en Cochabamba, en donde trabajan 130 empleados (pocos españoles), la mayoría de ellos de descanso por ser ayer día festivo.

«Como justo homenaje a los trabajadores y al pueblo boliviano que ha luchado por la recuperación de los recursos naturales y los servicios básicos, nacionalizamos la Transportadora de Electricidad», anunció Morales en su discurso del Día del Trabajo.

«Es obligación de las Fuerzas Armadas recuperar la electricidad para el pueblo»

Acto seguido, ordenó al comandante de las Fuerzas Armadas la toma de las oficinas de administración y dirección de la TDE, una ocupación que, según relato del trabajador de seguridad a este periódico, estuvo encabezada por la cúpula directiva de ENDE, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica de Bolivia, que pasará a controlar la empresa española y, con ello, un 73 % de las líneas de transmisión en el sistema interconectado de electricidad de Bolivia.

«Es obligación de las Fuerzas Armadas recuperar la electricidad para el pueblo boliviano. Esa empresa española en 16 años apenas ha invertido 81 millones de dólares, una inversión en término medio de cinco millones al año. Es insuficiente», dijo Morales en su arenga pública para justificar el decreto de nacionalización de la totalidad de las acciones que conforman la sociedad Red Eléctrica Internacional-SAU.

REE tenía hasta ayer el 99,9 % del capital de su filial boliviana TDE, tras adquirirla en el año 2002 a Unión Fenosa. En este tiempo ha desplegado 2.200 kilómetros de red para el transporte y distribución de electricidad en seis departamentos del país andino. Pero el impacto económico de la expropiación es más bien bajo para la empresa española, ya que su actividad internacional en Bolivia apenas supone el 2 % de facturación (45,7 millones en el 2011).

Devolución de la inversión

Sin salir de su asombro por la acción de Morales, la compañía, participada en un 20 % por el Estado a través de la SEPI, cifró ayer en más de 60 millones de euros la inversión realizada en Bolivia desde su entrada en el país y manifestó su «voluntad de alcanzar un acuerdo con el Gobierno boliviano para una compensación adecuada por la expropiación que se traduzca en un justiprecio que exigen todos los accionistas».

Las expectativas de REE podrían encontrar encaje en las palabras de Morales y su compromiso a reconocer la inversión realizada. «Si lo que corresponde es devolver, hay que devolver. Si una empresa ha hecho inversión, reconocemos la inversión y siempre vamos a reconocer la inversión», dijo el presidente boliviano.