Lalín recuerda a Laxeiro y a Willy

m. garabantes

DEZA

MARCOS MÍGUEZ

24 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

1Fue la de ayer una jornada en la que Lalín recordó a artistas del municipio que ya no están. Hacia las 14 horas, con un sencillo acto en la estatua de Laxeiro en el museo Ramón Aller Ulloa, el artista de Botos era homenajeado en el 105 aniversario de su nacimiento. El gaiteiro Plácido Rozas tocó la Muiñeira de Laxeiro, que compuso para despedirlo en el camposanto de A Romea. Los textos de Neira Vilas completaron el recuerdo a Xosé Otero Abeledo: el primero de ellos, escrito con motivo de la celebración del 85 cumpleaños del artista, en 1993, en Vigo. El segundo, cuando en el año 2000 se cumplía el cuarto aniversario de su fallecimiento. Por su parte, la Fundación Laxeiro hacía entrega en Vigo del premio Laxeiro 2013 al artista Jorge Castillo, quien al igual que el autor de O Naranxo, fue en su día cartelista de la Feira do Cocido.

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Homenaje a Willy

Y más de medio centenar de amigos del desaparecido Antonio Taboada, Willy, se reunieron en torno a un cocido en La Molinera para recordar al artista. En este caso el objetivo era también recaudar fondos para la preservación, recuperación, divulgación y puesta en valor de su obra. Una causa que persigue la Asociación de Amigos de Willy después de que no cuajaran ayudas públicas para este proyecto, pese al riesgo de perder muchos de los trabajos de Willy, realizados en madera y con riesgo de ser destrozados por la polilla.

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Los clásicos rodaron por todo Deza

Y otro tipo de arte, en este caso sobre ruedas, pudo contemplarse también ayer en las carreteras dezanas. Alrededor de 45 vehículos históricos respondieron a la convocatoria de la Escudería de Clásicos O Toxo en la segunda Concentración do Cocido. Desde la solemnidad germánica de un Mercedes 220-S de 1956, conocido como Pontón, a la familiaridad de los Seat 600 que comenzaron a motorizar a la sociedad española, pasando por 850, 124 a un MG-B cabrio o la elegancia del Citroën DS, el popular Tiburón, recorrieron sin percances un periplo que les llevó de Lalín a Rodeiro, con un ágape en Adelán, para continuar hacia Agolada, Vila de Cruces, y después de dejar Silleda dirigirse hacia Laro y Vilatuxe, para concluir etapa con un cocido en el restaurante Agarimo. Una comida en la que participaron cerca de 80 personas, entre ellas, el alcalde cruceño Jesús Otero. La actividad estuvo fundamentalmente dirigida a socios de O Toxo, entidad que mostró un especial agradecimiento a la Guardia Civil de Tráfico, Concellos dezanos ?en especial Rodeiro? y a Gaia, por obsequiar a los participantes con pases al Arena.