Los precursores de la idea de un nuevo club de accionariado popular tenían muy claro que parte de la herencia ourensanista debía mantenerse en el seno de la Unión Deportiva y no dudaron en alcanzar una rápida entente con la Asociación de Exjugadores del CD Ourense. Adolfo Domínguez es uno de sus integrantes y también tiene clara la importancia de ese vínculo.
«Los padres de los niños que formaban parte de la cantera del Ourense ya vinieron a hablar con nosotros para que les echáramos una mano después de la desaparición del club y la gente que se movió para crear el nuevo ha hecho un trabajo muy valioso, por lo que es lógico que colaboremos con ellos, además es bueno para todos», apunta el primer capitán del equipo sénior.
El hecho de que muchos de estos exfutbolistas se vistan también de corto es un valor añadido que tiene un componente tanto sentimental como de garantía de una seriedad que será una de sus grandes bazas en una categoría como la Tercera Autonómica, por mucho que los problemas con las instalaciones deportivas a utilizar compliquen cualquier planificación.
Pese a esos obstáculos, Adolfo apuesta por una rápida consolidación: «Empiezas de cero y quiere decir que debes crecer año a año, aunque yo espero que en tres el equipo esté en Preferente o Tercera; nunca es fácil ascender, pero somos un Tercera Regional con más socios que alguno de categoría nacional».