Mundial 2014: Argentina-Irán, dos mundos en un mismo patatal

Xosé Ramón Castro
x. r. castro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La poderaosa albiceleste busca el pase ante una selección entrenada por Queiroz sin camisetas de repuesto

21 jun 2014 . Actualizado a las 12:43 h.

Argentina e Irán representan dos mundos en lo balompédico. La albiceleste es una religión con Messi como icono del fútbol mundial. Los iraníes apenas disponen de camisetas, tienen prohibido intercambiárselas por falta de equipajes reservas y casi no han tenido partidos de preparación desde su calificación por falta de dinero para llevar rivales hasta Teherán.

Sin embargo el Mundial de Brasil ha unido a estos polos opuestos en el mismo grupo y les ha condenado a jugar en el patatal de Manaos, un campo con un césped en tan mal estado que hasta las estrellas argentinas y los gregarios del portugués Carlos Queiroz -que no será renovado pese a clasificar al equipo ocho años después- han rehusado entrenar allí en la víspera de la contienda. Para hoy se espera una mejoría, por confirmar. Un factor más de la improvisación que acompaña a esta Copa del Mundo en materia estructural.

Sudamericanos y asiáticos están condenados a sortear esta tarde un campo de minas. Argentina introduce a Higuaín con respecto al once de la jornada inaugural, pero la combinación de los cuatro tenores dependerá en gran medida de la sinuosidad del campo. Si cada balón saca un conejo de la madriguera de semejante césped, a la albiceleste no le quedará más remedio que cambiar su plan de juego combinativo por una fórmula más directa.

Atrincherarse con orden

A Irán, que empató en la primera jornada, le viene de perlas un campo así. Porque su cultura balompédica es la de atrincherarse por completo y ocupar el rectángulo de juego del modo más racional y ordenado posible. Jugará con nueve futbolista por detrás del balón y solo dejará descolgados arriba a dos de sus europeos.

Los delanteros Choochannejhad (Charlton) y Dejagah (Fulham). Los dos versátiles, peleones y con don de la movilidad. Y con un poco de gol en sus botas.

Nada que no pueda superar Argentina si deja la relajación en su hotel de Belo Horizonte. Messi, la referencia absoluta del equipo, contará con más socios que nunca para dejar cerrado el avance de Argentina hasta la segunda fase. De nuevo estará Gago con Mascherano -que hoy cumple cien partidos con la selección- para taparles las espaldas y a su lado se moverán Di María, Aguero y el propio Higuaín. Cuatro hombres para fabricar un fútbol que faltó de inicio en el estreno.

Cintura y oído

La presencia de tantos solistas en el once confirma el 4-3-3 como idea de partida para la albiceleste. Si algo ha demostrado Sabella es cintura y oído. Cintura para cargarse un defensa en un partido que estaba ganando y oído para hacer caso a las directrices de Messi.

«No me molestaron las apreciaciones de Leo. Manifestó lo que ya había dicho antes. Lo hizo con respeto»

Seleccionador de Argentina

«Para nosotros hay una regla muy importante. Ningún partido se gana o se pierde antes de jugar»

Seleccionador de Irán