Mundial de Brasil 2014: Brasil explota el regalo arbitral y la falta de consistencia rival
DEPORTES
Neymar entra en el Olimpo de los goleadores brasileños con sus dos goles ante un Croacia más creativa
13 jun 2014 . Actualizado a las 18:23 h.El mundo del fútbol está patas arriba. La gigantesca Brasil gana a través del músculo y con un regalo determinante, y la diminuta Croacia poniendo el fútbol, pero también la falta de consistencia defensiva para aguantar su ventaja inicial en el marcador. De todo ello se aprovechó un mago llamado Neymar Júnior, que marcó los dos primeros goles de la Canarinha para hacerse un hueco entre los diez futbolistas brasileños que más goles han marcado en la historia de la seleçao.
Determinante
Un japonés amigo. Los recelos sobre el comportamiento arbitral con el anfitrión en el templo de fútbol tomaron cuerpo a la primera. Una caída de Fred recibió como regalo un penalti inexistente que decantó la balanza. Demasiado regalo para un equipo con tanto potencial. Decisivo el error cuando el partido estaba en su fase más bonita y equilibrada.
Croacia
Fortuna e inconsistencia en el primer acto. Lo único bueno que tuvo Croacia en el primer tiempo fue su puesta en escena. Tranquila y sosegada, encontró la autopista que cada partido deja Alves para adelantarse en el marcador tras un fallo en cadena de hasta cinco defensores brasileños. El problema para Rakitic y compañía fue su inconsistencia. Cedieron metros sin taparse, no presionaron, abandonaron las bandas y abrieron un grieta para que Neymar empatase. Todos los balones divididos de la jugada del 1-1 fueron locales. La prueba del algodón.
Neymar
En el «top ten» de los goleadores brasileños de la historia. No parece el mismo del Barça. Le encanta cargar con la pesada mochila de la responsabilidad. Como si fuese la gasolina que le hace despegar. Ocupó a su antojo todo el frente de ataque, se dejó ver en las bandas y marcó con sutileza por el centro. Luego firmó el doblete con el regalo arbitral. Dos tantos que le coloca entre los 10 máximos goleadores de la historia de la Canarinha. A uno de Ronaldinho y Jairzinho, que firmaron 33 dianas.
La presión
La exhibición inesperada. Dicen los puristas que el equipo de Felipão no representa a Brasil, y puede que tengan razón, pero la presión de la parte final del primer tiempo de ayer se merece un vídeo en todas las escuelas. Sincronizada, agresiva y calculada. Con un único pero, la nula dosificación, que le pasó factura en el segundo tiempo. Con un bajón importante en lo físico.
Juego
Poco fútbol en la «Canarinha». Brasil tiene un puñado de convincentes argumentos para ser una de las favoritas, pero de fútbol anda un poco justa. El equipo de Scolari combina poco, busca más la salida a la contra y tan solo Neymar y Óscar parecen realmente cómodos y sueltos con el balón. Durante el trecho inicial del segundo tiempo, quien tocaba el esférico era Croacia, aunque sin pegada. Los europeos dejaron claro que son bastante mejores construyendo que defendiendo.
Sin sala de máquinas
Mejor el pivote croata. Brasil tiene un problema de construcción de juego. No tiene un mediocentro creativo que le dé salida al balón con criterio. Casi siempre aparece Neymar para hacer de todo. Una mala solución que choca con la mesura de los balcánicos, que tienen mucho que decir en este torneo.