El Real Madrid necesita reconciliarse con la pelota

Raúl Caneda

DEPORTES

25 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni jugando de tú a tú ni jugando de tú a usted. Ni como detesta su entrenador ni haciéndolo de la misma manera que ha conseguido sus éxitos. La búsqueda de soluciones tácticas del técnico portugués, lejos de revelarse como una señal de capacidad, se han convertido en una ejercicio de frustración, y es que el método Mou no ha sido lo suficientemente rico para competir contra el Barça. Este Madrid da la impresión de que no tiene adónde agarrarse para poder competir en el partido de vuelta ante un Barça que parece haber llegado al sumun del fútbol: robarle el azar al juego.

Y es que una plantilla extraordinaria con el método del portugués se ha revelado insuficiente para competir con este Barça histórico. El Madrid consigue a diario someter a los rivales a un vértigo contragolpeador en el que perder la pelota no es un grave problema. Tantos jugadores de una óptima capacidad futbolística y atlética provocan que cuando los rivales recuperan la pelota pronto acaban cediéndosela.

Es un fútbol donde se prefiere a Khedira antes que a Cesc, o donde la elaboración la ejerce un delantero centro como Benzema. Los problemas para los blancos aparecen cuando el rival administra bien la pelota y, en eso, este Barça es probablemente el mejor de la historia. Es ahí cuando al Madrid le empiezan a surgir todas sus costuras y pone en evidencia que Mou ya no puede ganar buscando solamente que haya el menor fútbol posible.

Es la desgracia del Madrid (al igual que hace años con el Milan de Sacchi), la de tropezarse con un equipo que también va a cambiar la historia del fútbol. Utilizar como única arma el esperar el error del contrario resulta un argumento raquítico ante un equipo que ha hecho de desordenar al rival con la pelota un arte.

A modo de coartada, a José Mourinho le queda la Liga, esperando a que el Barcelona no tenga ya energía para el día a día. Para ello necesita una estabilidad que solo se altera cuando se tropieza contra el Barça. Necesitar no volver a cruzarse con los catalanes en la Champions League es demasiado pobre para una institución de la grandeza de la blanca, que necesita olvidarse de excusas zafias para poder reconciliarse con la pelota. En ella está la nueva verdad.

Dirección de Twitter @raulcaneda