Todo va tarde en nuestro país, y eso complica la posibilidad de adelantar el cierre en los locales de hostelería
09 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Si un empleado sale de su trabajo a las nueve de la noche, o más tarde incluso, entre que pasa por casa, se arregla y vuelve a la calle parece difícil que pueda llegar al primer turno de cena que establecen hoy en día los restaurantes y que en muchos casos empieza sobre las nueve.
Se ve abocado al turno de las diez y media u once de la noche, y por eso parece complicado también que el hostelero que asume ese segundo tramo horario pueda cerrar su restaurante a una hora prudencial, aunque existan casos puntuales.
La polémica XXL que abrió Yolanda Díaz a cuenta del adelanto del horario de cierre de bares y restaurantes se alimenta de una realidad difícil de alterar: los horarios generales de los ciudadanos, y los coruñeses no somos una excepción.
Todo parece montado para retrasar la agenda de un país en el que el telediario es a las nueve de la noche y el prime time comienza, como muy pronto, a las diez. Todo va tarde en España, y es probable que más aún en nuestra costa Oeste, donde el Sol prolonga más que en ningún otro sitio su actividad.
Por eso la consulta realizada esta semana por La Voz de Galicia entre hosteleros locales es categórica: casi nadie quiere (o puede) renunciar al cierre tardío. Entre otras cosas, porque supondría perder clientela (no están los tiempos para eso) y seguramente despedir empleados.
El tema es delicado, ya que los restaurante son esclavos de una cultura horaria que es difícil modificar (ya fracasaron varias cadenas de televisión en su intento de adelantar el prime time). Y desde luego, parece jugar con fuego ese planteamiento de intentar doblegar desde la política la voluntad de los profesionales de un sector.